Los mensajes
nutricionales a los que habitualmente tenemos acceso mediante los medios de
comunicación o bajo el amparo de la industria alimentaria, suelen estar, en
parte, simplificados; lo que da lugar a desinformación en la población. Por
otro lado, nos bombardean con etiquetas engañosas como “light” o “natural” o
programas de adelgazamiento basados en dietas sin un correcto ajuste
nutricional. ¿Te has parado a pensar cuántos mitos sobre nutrición aún crees?
Fotografía
de pixabay.com con licencia Creative Commons
Para el
dietista-nutricionista Aitor Sánchez (2016) algunos de los mitos más comunes
serían:
1- Para adelgazar
solo necesito tomar menos kilocalorías
No se trata de contar cuántas
kilocalorías ingiero, ya que es imposible estimarlas pues no se pueden contar
con precisión la cantidad de nutrientes y energía que tiene cada alimento;
siendo además diferente la respuesta de cada organismo y su aprovechamiento.
Resulta mucho más adecuado tener presente el balance energético, es decir, el
balance entre las kilocalorías que ingiero y las que gasto. No obstante creer
que solo debo ingerir menos kilocalorías resulta problemático, ya que si esa
premisa siempre fuese correcta, los alimentos light serían más nutritivos que
alimentos más calóricos como el aceite de oliva virgen extra o los frutos
secos. El sentido común nos dice que 100gr de aguacate no repercuten en nuestro
organismo como 100gr de ginebra o azúcar. Lo saludable de un alimento no
depende de su cantidad de kilocalorías sino de su calidad nutricional. Si
además, se llevase a cabo una dieta puramente restrictiva y una abstinencia
prolongada el organismo presentaría hambre constante, lo que facilitaría
episodios de descontrol alimentario (por ejemplo, atracones). Por ello, la
comida debería ser de alto valor nutricional, adecuada al balance energético y
distribuida a lo largo del día (Froján, González y Cristóbal, 2006).
2- Los hidratos de
carbono engordan
Por definición, no.
Como hemos comentado, la ganancia de peso será una consecuencia de nuestro
balance energético. Los hidratos de carbono contribuyen con su energía a
proporcionarnos una parte de las kilocalorías, junto a la que aportan las
grasas o proteínas, que nuestro cuerpo necesita a diario. Por ello, los
hidratos no engordan por sí mismos sino por un consumo excesivo, pero igual que
engordaríamos por un consumo excesivo de proteínas o grasas.
3- El desayuno es la
comida más importante del día
El desayuno puede
convertirse en la comida más importante del día si así lo deseamos, por
ejemplo, varía mucho el tipo de alimentos que se consumen en el desayuno según
la cultura. Sería óptimo entender que si deseamos que sea importante deberíamos
intentar que fuese lo más saludable posible (¿acaso cuando desayunamos esos
bollos, zumos comerciales, cacao en polvo azucarado o galletas creemos que es
saludable?). Desde el punto de vista nutricional podríamos desayunar lo que nos
apeteciera siempre y cuando fuese coherente con el resto de nuestras ingestas y
los alimentos tuviesen un alto contenido nutricional (por ejemplo, batidos de
frutas y verduras caseros, cereales sin azúcar, tostadas integrales, un bol
lleno de alimentos saludables como yogurt, fruta troceada y frutos secos...).
4- El azúcar es
necesario
Muchos de los productos
que encontramos en el supermercado conllevan azúcar, pues la industria alimentaria
los incorpora con el fin de abaratar el producto (es una materia prima muy económica),
hacerlos más agradables al paladar y convertirlos en alimentos no perecederos.
Sin embargo, las calorías que producen son calorías vacías pues solo
proporciona energía pero no otros nutrientes y además este aditivo provoca en
nuestro organismo fenómenos como picos de glucemia, infamación, acúmulo de
grasa visceral….que predisponen al sobrepeso y a la diabetes mellitus. No se
trata de no consumir alimentos con sacarosa sino de proporcionar al cuerpo
alimentos ricos en glucosa y con mayor aporte nutricional como por ejemplo
legumbres, cereales o tubérculos.
Esperamos que esta
entrada te haya ayudado a desterrar algunos de los mitos nutricionales. Si
quieres saber más sobre problemas alimentarios te animamos a que leas la
entrada http://psicologia-cpa.blogspot.com/2015/04/titulo-atrapado-en-tu-propio-cuerpo.html
Alejandra
Peña - Terapeuta del CPA
Referencias
Sánchez, A. (2016). Mi dieta cojea. Barcelona: Paidós.
Froján, M.X; González,
M. y Cristóbla, R. (2006). Qué es la
anorexia. Madrid: Biblioteca Nueva.
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