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En los últimos tiempos, el entorno socioeconómico ha experimentado una serie de crisis que han dejado huellas significativas en el ámbito laboral. Por ejemplo, la reciente crisis financiera y la pandemia de COVID-19 han llevado a la pérdida de empleos, el cierre de empresas y una mayor precariedad laboral en muchos sectores. Estos cambios han generado un impacto negativo en las condiciones laborales de numerosos trabajadores.
La incertidumbre económica y laboral asociada a estas crisis puede generar altos niveles de estrés, ansiedad y preocupación en los trabajadores. La inseguridad sobre el futuro laboral, la disminución de oportunidades de empleo, los recortes salariales y la pérdida de poder adquisitivo, así como las largas jornadas laborales pueden desencadenar una sensación de desesperanza y afectar negativamente el estado de ánimo de las personas.
Además, el auge del teletrabajo y la precarización de las condiciones laborales han impactado nuestra salud psicológica de diversas maneras. El teletrabajo, a pesar de su flexibilidad, ha desdibujado las líneas entre nuestra vida personal y laboral. Para combatir esto, es esencial establecer límites claros y mantener un horario de trabajo regular, incluso si trabajamos desde casa. Tomarse pausas y tener un espacio de trabajo dedicado también puede ayudar a mantener la productividad y reducir el estrés.
La precarización de las condiciones laborales, caracterizada por salarios bajos, falta de seguridad laboral, monitorización constante de la productividad y el rendimiento y horarios extenuantes, ha llevado a un aumento de la ansiedad y el estrés entre los trabajadores. Esta situación ha provocado que muchas personas se sientan insatisfechas, agobiadas y desvalorizadas, lo que ha afectado negativamente su estado de ánimo y bienestar general. Aquí, es crucial recordar que todos tenemos derecho a un trabajo digno y a condiciones laborales justas. Si te encuentras en una situación laboral precaria, no dudes en buscar apoyo en sindicatos o asesores laborales.
Teniendo esto en cuenta, resulta fundamental realizar cambios cono sociedad y promover políticas laborales justas y éticas que pongan en el centro el bienestar y los derechos de los trabajadores. Mientras tanto, ¿qué podemos hacer a título individual?
- Busca el equilibrio entre el trabajo y la vida personal: Prioriza tu tiempo y establece límites claros entre tu vida laboral y personal. Dedica tiempo para actividades que te gusten y te ayuden a relajarte, como practicar ejercicio, leer, pasar tiempo con amigos y familiares, o disfrutar de tus hobbies.
- Establece metas y busca crecimiento profesional: Fijar metas claras y realistas te ayudará a mantener la motivación y el sentido de propósito en tu trabajo. Busca oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional que te permitan adquirir nuevas habilidades y avanzar en tu carrera. El crecimiento y la sensación de progreso personal pueden tener un impacto positivo en tu bienestar y satisfacción laboral.
- Cultiva relaciones positivas en el trabajo: Busca construir relaciones saludables y positivas con tus compañeros de trabajo. Fomenta la comunicación abierta, la colaboración y el apoyo mutuo. Contar con un entorno de trabajo donde te sientas respaldado y valorado contribuirá a tu bienestar emocional.
- Cuida tu salud física y psicológica: Dedica tiempo para cuidar tu salud física y psicológica. Prioriza el descanso adecuado, establece rutinas de sueño regulares y encuentra formas de reducir el estrés, como practicar técnicas de relajación o realizar ejercicio físico.
- Comunica tus necesidades y busca soluciones: Si enfrentas condiciones laborales desfavorables, no tengas miedo de comunicar tus preocupaciones, límites y necesidades a tus superiores. Explora posibles soluciones o mejoras que puedan hacerse para crear un entorno laboral más justo y saludable.
- Evalúa la posibilidad de cambiar de empleo: Si te encuentras en una situación laboral insatisfactoria y has agotado todas las opciones para mejorar tus condiciones de trabajo, considera la posibilidad de buscar nuevas oportunidades laborales. Si bien cambiar de empleo puede ser un proceso desafiante y con ciertos riesgos, en algunos casos puede ser la mejor opción para mejorar tu bienestar laboral y emocional. Evalúa cuidadosamente tus necesidades y circunstancias individuales antes de tomar una decisión y asegúrate de contar con un plan financiero sólido en caso de que decidas emprender un nuevo camino profesional.
- Si experimentas dificultades emocionales persistentes, considera buscar apoyo profesional acudiendo a terapia psicológica.
En resumen, las condiciones laborales tienen un impacto significativo en el estado de ánimo y el bienestar de los trabajadores. En un mundo en constante cambio, es esencial que nos esforcemos por garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a un lugar de trabajo que promueva su bienestar psicológico y emocional. La flexibilidad, la justa remuneración, el respeto y la seguridad laboral deben ser vistos no solo como derechos laborales, sino también como pilares fundamentales para el bienestar físico y emocional de los trabajadores.
Julia García de Madariaga – Terapeuta del CPA