En entradas anteriores ("Es que soy demasiado asertivo" y ¿Cuál es la mejor manera de resolver un conflicto?)hemos
visto la forma negativa de resolver conflictos (actitud agresiva) y también
formas más adaptativas de resolverlo (actitud asertiva). En esta entrada
volvemos a hablar de conflictos pero no para saber cómo actuar, sino conocer
qué son los conflictos y reflexionar sobre por qué hay personas que los evitan,
escapan de ellos o se comportan de forma inhibida.
Los conflictos personales son
situaciones de desacuerdo entre varias personas,
donde cada una tiene una opinión o posición distinta. En las relaciones sociales,
los conflictos son algo bastante común y frecuente, incluso con personas con
las que nos llevamos bien y tenemos confianza (con ellas aún más). Se podría
decir que son algo inevitable en nuestra vida (siempre tendremos
opiniones o puntos de vista distintos), sin embargo hay gente que los evita o
reaccionan de la forma inadecuada/inhibida a ellos. El principal problema de no afrontar
los conflictos o hacerlo mal, son las emociones negativas, de
impotencia o enfado que sentimos por no haberlo hecho como hubiéramos querido;
además de no resolver el propio conflicto.
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| Imagen: Adrien Leguay, con licencia Creative Commons |
Ahora bien, si tantas consecuencias negativas tiene no enfrentarnos a ellos, ¿por
qué hay gente que no lo hace?
- La necesidad de aprobación de los demás
- No soportar que otros se enfaden con uno (muy relacionado con el anterior)
- Pensar que por discutir se rompen relaciones
- Anticipar que el no estar de acuerdo puede provocar discusiones o peleas mayores
- Pensar que la situación empeorará por hablar del tema



