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He aquí una guía para que
consigas obsesionarte fácilmente. ¿Por qué no? ¿Acaso no es lo que siempre has
querido? Tendrás tu cabeza ocupada, de hecho, podrás hacer poco más que pensar.
Podrás dejar de dormir, alterar todos tus hábitos e incluso llegar a sentir esa
sensación de ahogo en el pecho... Adelante:
-Intenta controlar lo
incontrolable. El comportamiento de
los demás, lo que puedan pensar de ti, cómo debería funcionar el mundo… todo
aquello que no dependa al 100% de tu
actuación tendrás que hacer por manejarlo, cuanto menos a tu alcance, más cerca
estarás de este objetivo.
-Piensa mucho. No pares de
pensar, sobre todo cuando no vas a llegar a ninguna conclusión, a ninguna decisión, ni ello hará que mejores tu
ejecución. Se trata de darle vueltas a algo irresoluble, a algo ya ocurrido o
incontrolable. Por ejemplo, puedes intentar responder dudas filosóficas (el
sentido de la vida….) pero siempre con la perspectiva de encontrar la respuesta
correcta. Reflexiona, dale una vuelta más, plantéate hipótesis sin parar, lo
que podrías haber hecho, lo que harás, lo que debería ser, el sentido real… llena
la incertidumbre con todo tipo de explicaciones, cuanto más lejanas y
contrarias a la evidencia que tienes, mucho mejor.
-Anticípate a lo peor. Piensa en lo que
aún no ha ocurrido y genera planes para la circunstancia más negativa posible. Intenta predecir cualquier cosa: la reacción
de los demás, si te contaminas, si enfermas o mueres, si tu actuación será válida,
si esa decisión será correcta… ¡lo que sea! Pero siempre sin datos suficientes
que apoyen tu hipótesis. Recuerda que lo más importante es que pienses en lo
malo que podría ocurrir. Porque claro, ¿y si ocurre qué? ¿Voy a estar mientras
yo tan tranquilo, pensando en otras cosas y disfrutando? Error, mejor ir
poniéndome ya en lo peor. Si la probabilidad de algo es distinta de cero,
aunque sea muy pequeña… ¡es igual,
preocúpate! ¿Es imposible que caiga un meteorito? No, pero tampoco hay
garantía absoluta de ello porque la probabilidad es distinta de cero. ¿Es imposible que suspenda, que tenga una
enfermedad, que le pase algo a un ser querido? Entonces no pienses en otra cosa
que no sea en esa posibilidad, por pequeña e insignificante que sea. Es más, ve
pensando ya en el plan que vas a hacer cuando eso ocurra. ¡Ah! y también en lo
que pasará después de eso y en lo siguiente.
-No actúes, mejor imagínatelo.
No se te ocurra probar “a ver qué pasa” con algo, ¡porque podrías equivocarte!
Mejor quédate pensando en todas las posibilidades una y otra vez. Imagínalo con
detalle, tal y como si lo estuvieses viviendo, con todo lujo de detalles,
esfuérzate porque tendrás que llegar a sentir verdadero agobio. Pongamos que en
un mes tienes una exposición, te acaban de decir que tienes que hablar en
público y te evaluarán. Pues empieza ya a pensar en lo peor: se te olvida el
trabajo en casa, te trabas, te quedas en blanco, la gente se ríe de ti, se dan
cuenta que realmente no sabes tanto como sabes… Cualquiera de estas cosas podría
pasar, no lo dudes, así que a hacer ensayos de imaginación en los que fallas
una y otra vez. Pero intenta esforzarte, por favor, si no sientes ansiedad no
vale.
-Comprueba. Con la de
cosas horribles que podrían ocurrir… más vale que seas precavido. Asegúrate de
lo que has hecho o incluso intenta hacer algo para remediar lo que pasaría si
eso ocurriese… Podrías haber fallado y no haber cerrado el coche, apagado el
gas, haber cogido ese documento tan importante, las llaves de casa, a lo mejor
no has puesto el despertador, etc. Cualquier cosa se te puede haber escapado,
asegúrate de que está todo en orden porque las consecuencias podrían ser
catastróficas. Y aún más importante… Aunque hayas comprobado una vez… al menos
comprueba otra más, ¿no? ¿Y si te ha traicionado tu memoria?
Esta parodia sobre las obsesiones
tiene como objetivo mostrarte cómo tú mismo puedes modificar tu comportamiento
en cualquier sentido y llamarte la atención sobre alguna de estas
actuaciones… porque, quizá, hayas caído
en alguna de ellas alguna vez. ¿Hacia dónde quieres dirigirte? Tienes las
riendas de cómo decides estar en el mundo… Estas son algunas pautas para no
seguir, siempre que tu objetivo sea vivir feliz.
Autora: Rebeca Pardo Cebrián.
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