¡Responde a estas preguntas y descubre qué tipo de persona
eres! Cada pregunta tiene tres opciones, de las cuales SÓLO puedes marcar una.
¡Suerte!
1.
Siempre que me propongo algo:
a)
Lo consigo.
b)
Lo abandono.
c)
Fracaso.
2.
A lo largo de mi vida, siempre he demostrado
ser:
a)
Inteligente.
b)
Tonto.
c)
Brillante
3.
Todo lo que hago lo hago:
a)
Mejor que los demás.
b)
Peor que los demás.
c)
Exactamente igual que los demás.
4.
Toda la gente que me conoce piensa de mí que:
a)
Soy una persona muy cercana y cariñosa.
b)
Soy una persona arisca y borde.
c)
Soy una persona que se enfada sin motivo.
5.
Cada vez que conozco una persona nueva:
a)
Le caigo bien enseguida.
b)
Me cuesta encontrar “química” entre los dos.
c)
Soy muy patoso y digo algo que no debería.
Ahora, para conocer qué tipo de
persona eres, otorga 3 puntos a cada respuesta marcada con la opción a); 2
puntos para…
Vamos a parar aquí.
Quizá este test, aunque corto, te
haya sido algo complicado de responder. Las instrucciones eran muy claras: solo
se puede marcar UNA de las respuestas. Sin embargo, todas las preguntas
trataban sobre cómo te sientes o te comportas en TODAS las situaciones, ¿Es
fácil entonces responder con SOLO una de las opciones?
Si habéis respondido a las
preguntas, aunque sea mentalmente, seguramente os hayáis decantado por alguna
de las opciones. Si no es así, os invito a que intentéis hacerlo. Ahora que os habéis
posicionado con una de las opciones os propongo algo: pensad en al menos
dos o tres situaciones de vuestra vida que se ajusten a cada una de las dos
opciones que NO habéis seleccionado.
Seguramente esto os haya llevado
algo de tiempo pero no demasiado esfuerzo. Seguramente os hayáis dado cuenta de
que es absurdo marcar solo una de las opciones, ya que quizá todas las opciones
os pueden representar. Lamentablemente, todo ello implicaría que os he hecho
perder el tiempo con un test que no sirve para ABSOLUTAMENTE NADA ya que no da
ningún tipo de información sobre qué tipo de persona eres.
Puede parecer un test ridículo,
pero tiene mucha similitud con los pensamientos que a menudo experimentamos
sobre nosotros mismos. Cuando nos hacemos la pregunta de ¿Cómo somos? en
realidad intentamos responder a la pregunta ¿Cómo somos el 100% de las veces
que pasa X?
Y, sorpresa, somos estupendos
respondiendo a ese tipo de preguntas, por absurdas que parezcan. Respondemos
que somos inútiles, inhábiles, peores que los demás… y nos quedamos con esa
respuesta postulando como verdadero que nos comportemos así en absolutamente
todas las situaciones.
Al igual que el test que habéis
hecho antes ha sido una auténtica pérdida de tiempo, dar crédito a estos
pensamientos sobre nosotros mismos también
lo es. Aunque para las personas es muy cómodo poner etiquetas para
describir el mundo y así poder relacionarnos con él, esas etiquetas nos limitan
a la hora de pensar sobre nosotros mismos. Cuando nos asignamos una etiqueta
solo vemos una pequeña parte de lo que somos, quizá sólo el presente, o el
pasado, o lo bueno, o lo que no le gusta a otras personas; y omitimos todo lo
demás.
Esta omisión no solamente muestra
una visión sesgada de nosotros mismos, sino que facilita la aparición de
malestar. Es comprensible y esperable que nos sintamos mal en algún momento debido
a que nos encontraremos en situaciones en las que no aceptemos los que
sentimos, hacemos o pensamos porque nosotros-no-somos-así (de débiles,
de ansiosos, de egoístas, de inútiles); o incluso creamos que somos incapaces
de hacer aquello que nos gustaría porque, de nuevo, nosotros-no-somos-así. Y ese malestar sí que no sirve para absolutamente nada.
¿Quién soy? Creo que no tiene sentido esa pregunta.
Prefiero preguntarme en cada situación quién… voy siendo.
Fotografía: Ashley Campbell, con licencia
Creative Commons.
Eduardo Alonso - Terapeuta
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