Educación y conductismo

Foto: Kevin Dooley, con liencia creative commons

Últimamente está circulando un post en las redes sociales sugiriendo que las pautas educativas conductuales generan problemas futuros graves en la salud física y psicológica de los niños. El problema es que los argumentos para llegar a determinadas conclusiones se basan en una información exagerada y errónea sobre lo que significan las pautas educativas conductuales, lo que podría confundir y preocupar a algunos padres y madres.

Por este motivo, queremos informar y realizar algunas apreciaciones generales que consideramos que pueden ser de interés para todos los padres y madres que se ocupan de la gran labor de educar a sus hijos:

• Las pautas educativas conductuales nunca condicionan el amor hacia el niño/a. Esto permite que el niño/a se sienta querido y seguro incluso cuando se está intentando modificar una conducta inadecuada.  Este enfoque trata de ayudar a los niños/as a aprender y adaptarse a su entorno de la forma más saludable posible.

• Los refuerzos sí se acompañan a menudo de alabanzas relacionadas directamente con el niño/a. Desde esta perspectiva se valoran siempre los intentos y esfuerzos que hace el niño/a por mejorar, hacerse responsable y sentirse bien, por lo tanto se fomenta el desarrollo y la autoestima del pequeño/a.

• Una educación apropiada no es ser permisivo (dejar que haga lo que quiera en cualquier momento por miedo a frustrarle o por la incomodidad que puede suponer) ni autoritario (obedecer por obedecer lo que favorecería la sumisión). Una educación apropiada consiste en guiar y enseñar las diferencias entre lo que es adecuado y lo que no. También ayudar de forma clara, sencilla y positiva sobre lo que quiere y puede hacer. Puesto que los niños/as no nacen sabiendo, se les debe enseñar poco a poco, con el objetivo de que cada vez sean más autónomos, se sientan más seguros y tomen sus propias decisiones.

• Las estrategias conductuales nunca proponen un castigo violento ni recurrente, sino que entiende que los castigos puedan utilizarse como último recurso y siempre de forma adecuada, breve y puntual. Se utilizan generalmente con determinadas conductas inadecuadas o en las que se pongan en peligro a ellos mismos o a los demás (no ante cualquier comportamiento). Además, las actuaciones de los padres deben acompañarse siempre del reconocimiento y refuerzo positivo de los comportamientos que sí son adecuados. Una actuación potencialmente dañina para el niño/a definitivamente no es una propuesta de la psicología conductual. 

Entendemos que los padres y madres tengan muchas preguntas sobre cómo educar a sus hijos/as ya que la educación es elemento muy importante en el desarrollo infantil. No obstante, apoyamos que los padres y madres no se dejen llevar por modas, rumores o mitos, que en muchas ocasiones surgen del desconocimiento y se utilizan sin fundamento. Por eso apoyamos que todos los padres y madres busquen información fiable y contrastada, conozcan los estudios científicos sobre educación y psicología infanto-juvenil y practiquen las pautas adecuadas para educar a los hijos desde una perspectiva positiva. Todo ello siempre atendiendo a la situación y características individuales de cada familia y niño/a. 

Autora: Marta de la Torre