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lunes, 17 de diciembre de 2018

Cómo hacer frente a las situaciones sociales de Navidad sin morir en el intento.


   Diciembre ha dado su pistoletazo de salida y con él los mil y un eventos que le acompañan: comidas y cenas de empresa, reencuentros con amigos, reuniones familiares, comidas de antiguos compañeros… convirtiéndose así en el mes de las relaciones sociales y ofreciéndonos una oportunidad tras otra para conocer gente nueva.  

    Prácticamente todo el mundo conoce la teoría sobre lo bueno que es conocer gente, vivimos rodeados de frases positivas como “conocer gente es una forma de abrir tu mente” o “si haces contactos se abren nuevas puertas y oportunidades”. Sin embargo, el problema surge cuando tenemos que poner en práctica la teoría y establecer una conversación con esa persona que se ha sentado al lado y no conozco. Si además no tengo mucha práctica en establecer conversaciones ¿qué se supone que debo hacer para comenzar a hablar? 

    En esta entrada vamos a darte pautas prácticas que pueden ayudarte a iniciar una conversación. En primer lugar, para comenzar a establecer una conversación deberemos tener en cuenta unos puntos claves:

·       Conocer nuestro objetivo principal: iniciar una conversación. Es preferible establecer un objetivo realista y abarcable  a plantearnos objetivos más amplios, de este modo se reduce la presión y  seremos más eficaces.
·        Anticipar una reacción positiva: si vamos pensando que nos va a salir mal o el otro no va a querer hablar con nosotros estamos añadiendo ansiedad a la situación, y esto puede perjudicar nuestra actuación. Si combinamos el punto anterior, estableciendo metas realistas y eliminamos todos los mensajes negativos nos encontraremos más cómodos para comenzar la conversación.
·        Observar los elementos del entorno: esto nos permite encontrar ideas para iniciar la conversación. Lo mejor es buscar elementos en común con la otra persona y utilizarlos. Por ejemplo, en la comida de empresa si ves que tu compañero pone una cara de desagrado al probar un plato podrías comenzar comentando “¿qué te está pareciendo la comida?” o “¿qué menú has elegido?”.
·       Observar cuándo es el momento y el lugar adecuado de iniciar la conversación: Por ejemplo, si dos comensales están hablando y queremos entablar relación con ellos, conviene esperar a una pausa en la conversación. 

    Una vez hemos atendido a estos elementos generales, existen varias formas de iniciar una conversación:

·         Saludar a la persona y presentarse. “Hola, soy Pablo. ¿Cómo te llamas? Encantado de conocerte”. También nos podemos presentar si llevamos un tiempo hablando con alguien. “Por cierto, soy Marta ¿Cuál es tu nombre?”
·         Hacer una pregunta que señale un elemento que llame la atención del otro interlocutor/a para contestarnos. Por ejemplo, “Perdona, ¿sabes cómo se llama la canción que está sonando?
·        Hacer una pregunta u observación sobre la actividad en la que ambos estéis sumergidos. “La verdad que nunca se me dio bien cantar villancicos”
·      Hacer cumplidos al otro/a sobre algún aspecto de su conducta, apariencia o algún otro atributo. “Me gusta mucho ese collar, creo que sería un regalo de navidad estupendo para mi hermana ¿de dónde es?
·      Hacer una observación o pregunta casual sobre lo que está haciendo alguien. “Qué buen discurso ha dado Diego, la verdad que habla genial en público”.
·       Hablar de tópicos, y en este sentido las cenas de navidad pueden ser una buena oportunidad, como por ejemplo el tópico de ganar la lotería. Nota: evita temas conflictivos como política, religión o fútbol.
·      Pedir ayuda, consejo, opinión o información a otra persona: -“¿Sabes si en este restaurante es mejor la carne o el pescado?”
·        Ofrecer algo a alguien. “¿Quieres más bebida?”
·      Compartir las experiencias, sentimientos u opiniones personales. “La verdad que es mi primera cena de empresa, ¿cómo suelen acabar?”

    Como puedes ver, existen muchas formas de iniciar una conversación con una persona que no conoces, solo necesitamos tener estas ideas en la cabeza y ponerlas en práctica.

    Si al leer estas pautas han aparecido pensamientos como, “pensarán que soy un idiota, que estoy haciendo el ridículo”, “seguro que piensan que soy aburrido” o “no querrán hablar conmigo”, te recomendamos que visites el post anterior de Psicología Compartida, donde enseñamos cómo manejar estos pensamientos. http://psicologia-cpa.blogspot.com/2018/12/cuando-la-timidez-se-convierte-en-fobia.html. Pero, si eres una persona a la que en general le cuesta establecer relaciones sociales, desde el CPA se impartirá en los próximos meses un taller de habilidades para conocer gente nueva donde podrás desarrollar al máximo tu capacidad social y poner en práctica todo lo que aprendas. Podrás profundizar en como iniciar, mantener y finalizar conversaciones, que lugares son adecuados para hacerlos, cómo controlar el miedo a hablar con desconocidos… No lo dudes y ¡apúntate! verás cómo no vuelves a tener miedo a diciembre y sus reuniones sociales, pero date prisa ¡las plazas son limitadas!




Naiara Matesanz – Terapeuta del CPA
Referencias bibliográficas
Caballo, V. E. (2000) Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales. Madrid, Siglo XXI Editores S.A.
Gentil Más, C. (2000). La astucia social. Guía para mejorar las habilidades sociales. Madrid: Alianza Editorial.


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