«Me dice que me quiere, pero luego no es capaz de hacerme un favor»,
«nunca me dice cosas bonitas», «no valora todo lo que hago por él/ella»,
«siempre tiene excusas para no tener sexo»,
«cuando estamos juntos, hace más caso al
móvil que a mí», «ni siquiera me
regala algo por nuestro aniversario», «no
es nada cariñoso/a conmigo, nunca me quiere dar la mano», «no se interesa por mi día», «sólo sabe decirme te quiero».
¿Te resultan familiares estas
frases? Este tipo de afirmaciones resultan poco
útiles y perjudican a la relación de pareja.
Precisamente, una de las quejas más
frecuentes en las relaciones son los problemas de comunicación. Muchas parejas
acuden a consulta al sentirse poco valoradas, ya que dicen no estar recibiendo
muestras de amor por parte del otro. Este problema se debe a que cada persona
tiende a expresar su afecto de una manera diferente. Según Gary Chapman (1996),
aunque existen múltiples formas de manifestar nuestro amor, todos solemos tener
una preferencia por una o dos formas (se comentarán más abajo). Del mismo modo,
en función de nuestra historia de aprendizaje, tendemos a valorar menos alguna
de ellas. Por tanto, el problema aparecería cuando la manera en que nuestra
pareja nos expresa su afecto no coincide con la nuestra.
Este autor plantea que cuando esto
sucede, es como si estuviésemos hablando con nuestra pareja en idiomas
distintos. Si los dos habláis español, no tendréis problema en comunicaros y
transmitir que os queréis. Pero, ¿qué ocurriría si tú solo hablases español y
tu pareja japonés?, lo más probable es que no pudieseis entenderos y surgirían
conflictos. ¿Significa eso que la relación está condenada?, para nada, al igual
que podemos aprender un nuevo idioma, también podemos aprender nuevas formas de
expresar nuestro afecto.
Chapman distingue entre las
siguientes 5 formas de expresar el amor:
1. Palabras de afirmación: Se trata de verbalizar nuestro aprecio
mediante cumplidos y palabras de ánimo, aprobación o cariño. Por ejemplo,
diciendo “te quiero”, “tú puedes”, o “qué guapo/a estás hoy”. Las palabras
tienen el poder de generar en nosotros emociones, tanto positivas como
negativas, en función de si las utilizamos de una manera u otra: las palabras
de reconocimiento y afecto fomentan que la persona se sienta querida y valiosa,
mientras que las palabras hirientes pueden dañar el autoconcepto del otro y
provocar malestar e inseguridad. De ahí que sea importante ser cuidadosos con las
palabras y expresiones que usamos.
2. Tiempo de calidad: Consiste en dedicar tiempo a nuestra pareja y
realizar actividades que resultan agradables para ambos. Igualmente, se refiere
a que en el tiempo en el que estéis juntos, no haya otros distractores por
medio. Por ejemplo, ¡nada de teléfonos móviles!
3. Regalos: Esto es invertir tiempo, dinero o materiales para tener un
detalle con nuestra pareja y mostrar que nos acordamos de ella, tanto en un día
señalado (p. ej., cumpleaños, aniversario,…) como en un día cualquiera. No es
necesario que los regalos sean de un coste económico alto. Por ejemplo, puede
ser un dulce, una prenda de vestir, una manualidad o una tarjeta sin un motivo
aparentemente especial.
4. Actos de servicio: Consiste en tratar de agradar a nuestra pareja a
través de acciones que en muchas ocasiones requieren tiempo y esfuerzo. Por
ejemplo, acompañarle al aeropuerto, preparar su comida preferida, lavar los
platos después de cenar o hacerle un favor.
5. Contacto físico: Se trata de expresar nuestro afecto mediante
besos, abrazos, caricias, relaciones sexuales, cogerse de la mano, etc. Los
beneficios del contacto físico son numerosos. Por ejemplo, se ha demostrado que
las caricias y los abrazos aumentan la producción de oxitocina (la conocida “hormona
del amor”), ayudan a combatir el estrés e incluso a soportar el dolor.
Fotografía de freestocks.org con licencia Creative Commons
Tras leer lo comentado
anteriormente, en tu caso, ¿logras reconocer cómo sueles expresar tu afecto y cuál
es la forma que más valoras?, ¿crees qué es distinta a la de tu pareja?
Es importante conocer, identificar y comunicar a nuestra pareja cuál de estas
formas es la que más valoramos, y viceversa. Por ese motivo, te proponemos que,
tanto tú como tu pareja, reflexionéis sobre cómo preferís expresar vuestro
afecto, converséis sobre ello y os animéis a poner en práctica aquellas que más
valora el otro. Recuerda que por mucho que os queráis, no podéis leeros la mente.
Por ello, si quieres que haga algo por ti, pídeselo. Y si hay algo que no te
gusta, díselo también. Es posible que las primeras veces resulte complicado, puesto
que cambiar hábitos puede ser costoso. Sin embargo, entrenando iréis
aprendiendo hasta lograrlo. De modo que, ¡paciencia y mucha, mucha práctica!
Si quieres saber más al respecto, no te pierdas la siguiente entrada de
nuestro blog: http://psicologia-cpa.blogspot.com/2016/12/comunicacion-en-pareja-si-lo-quieres.html
Cristina Guerrero – Terapeuta del CPA
Referencias bibliográficas:
Chapman, G. (1996). Los
cinco lenguajes del amor. Miami, FL: Unilit.
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