“Suena el despertador, como cada día de cada
mes desde que estás en tu trabajo. Te consigues levantar tras posponer la
alarma cinco minutos más como de costumbre y piensas en el café de cada mañana
para mantenerte despierto, pero esta vez no para ir al trabajo, sino para un nuevo
día sin éste, y lo primero que piensas es ¿cómo voy a afrontar el día de hoy?”
Es bien
conocido por todos que la situación
laboral es compleja, primero por la cantidad de empleo ofertado que
determina la elevada tasa de desempleo,
y segundo por la calidad del empleo
disponible, que lleva al subempleo: empleo con un puesto inferior a tu
formación, inestabilidad marcada por contratos temporales y precarias condiciones salariales.
El desempleo afecta actualmente a
todas las generaciones pero especialmente a dos: a los jóvenes que estando cualificados no encuentran empleo y no pueden
independizarse, y a las personas de
mediana edad, que tras ser despedidas de sus trabajos habituales tienen
problemas por su edad para superar un proceso de selección, pero son aún
jóvenes para jubilarse.
¿Qué efectos genera en las
personas no encontrar su primer empleo o perderlo?
Destacamos
dos: afectación a nivel económico y afectación a nivel psicológico, generando
sentimientos de insatisfacción con la vida actual, dificultad para manejar la
incertidumbre de cómo va a evolucionar la situación, sentimientos de
inseguridad, desorganización de la rutina diaria, sentimientos de fracaso, etc.
Esto es algo
que la literatura y el mundo cinematográfico ha reflejado de forma muy certera.
Un ejemplo es la película titulada The Company Men protagonizada por Ben Affleck que muestra cómo el protagonista se
enfrenta a la pérdida de su empleo, y cómo logra aprender de esta situación,
valorando otros aspectos que había dejado de lado por haber estado centrado en
su trabajo.
Fotografía: Ann Kerwin, con licencia
Creative Commons.
¿Qué puede ayudarnos a enfrentar la
búsqueda de un empleo?
· Fijarse una rutina diaria: parece obvio, pero no
lo es. Alguien que pierde su trabajo contaba con una rutina fija, y ahora se
encuentra con tiempo libre que puede resultar difícil de manejar. Fijar qué
tiempo le vas a dedicar a buscar empleo, a horas de formación, a hacer deporte
o quedar con los amigos, puede ayudar a mantenerte proactivo.
· Plantearte nuevos proyectos: puede ser un buena
oportunidad para replantearte qué cosas te gustan y que no has tenido el
momento de reflexionar con calma: ¿Te gustaría continuar formándote?, ¿te
gustaría hacer un voluntariado fuera de tu país?, ¿irte al extranjero a mejorar
un idioma?, ¿atreverte a un proyecto laboral que siempre has tenido en la
cabeza? Una vez que tengas esto el siguiente paso es un plan de acción para
llevarlo a cabo.
Además, pensar en que tienes varias alternativas
que te pueden atraer te da más control para manejar la situación.
· Fijarse un protocolo de búsqueda de empleo: dedicar
un tiempo fijo para buscar ofertas, actualizar tu información formativa,
informar a tu familia y a posibles contactos que puedan comunicarte propuestas,
y movilizarse. En este punto pueden aparecer pensamientos que dificulten la
búsqueda, si es así el siguiente apartado puede resultarte útil.
· Cuidar lo que me digo a mí mismo: “Paso de
buscar trabajo, es imposible, no lo voy a conseguir”, “Todo me va mal en la
vida”, “No sé cómo voy a salir de esto”. Esto solo puede llevar a un camino:
pensar que la situación no puede cambiar. Es lógico sentirte mal y tener
pensamientos que te hagan sentir así, ya que no es fácil enfrentarte a esta
situación. Ahora bien esto no puede paralizarte, porque caerías en la trampa de
ni si quiera intentarlo, y si no lo intentas entonces está claro que la
situación no va a cambiar. El primer paso es identificar estos pensamientos y
reajustarlos, para ello puede ayudarte a profundizar en este punto esta entrada
que recupero del blog y que habla sobre cómo manejar estos pensamientos: http://psicologia-cpa.blogspot.com.es/2017/03/pensamientos-irracionales-como-graduar.html
· No perder tu objetivo de vista: realizar un
trabajo para el que estás sobrecualificado es una realidad en la que muchas
personas se ven envueltas. Esto es necesario para sobrevivir, pero es
importante pensar que es algo temporal y a su vez, no dejar de lado cuál es tu
meta principal y qué quieres conseguir.
· Formar parte de un grupo: tu día no solo puede
resumirse en buscar trabajo, es importante apoyarse en personas con las que
compartir tiempo e intereses. Estar sin trabajo puede ser una buena oportunidad
para probar alguna actividad que te atraiga y que antes no podías hacer.
Entendemos que
es un tema complejo al que afectan multitud de factores, pero es cierto que si
aplicamos algunas pautas podemos enfocar la situación desde una perspectiva que
pueda ayudarnos a afrontarla mejor. ¿Y tú, qué haces para afrontar esta
situación? Como siempre, os esperamos en los comentarios.
Elena Ballesteros – Terapeuta del
CPA.
Bibliografía recomendada:
-Blanch, J. M. y Cantera, L. (2009). El
Malestar en el Empleo Temporal Involuntario. Revista de Psicología del
Trabajo y de las Organizaciones, 25(1), 59-70.
¡Muy útil! ¡Altamente recomendable esta entrada y vuestro blog!
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