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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Cómo responder adecuadamente a las críticas

Recibir críticas no es algo que nos resulte agradable. Además, cuando nos las hacen delante de terceras personas, podemos sentir herido nuestro orgullo y sentirnos más dolidos o dejar ver lo peor de nosotros.


Fotografía de Israel Gutiérrez, con licencia de Creative Commons

Todos hemos vivido situaciones en las que alguien nos ha hecho una crítica y no hemos reaccionado de la forma más adecuada. Algunas veces nos quedamos callados, porque pensamos que no deberíamos habernos equivocado o porque no sabemos cómo contestar. Otras veces respondemos a la crítica buscando quedar por encima de quien nos la ha hecho y defendernos de su ataque.

Estas formas de afrontar los comentarios de los demás no son las mejores. Incluso pueden facilitar que ganemos una fama concreta dentro de nuestro grupo de amigos,  siendo la persona que se deja pisar por los demás o a la que no se le pueden decir las cosas.

A veces, después de vivir alguna situación de este tipo, revivimos la escena pensando en lo que tendríamos que haber contestado o arrepintiéndonos de cómo hemos reaccionado. Nos desgasta mucho cometer los mismos errores una y otra vez en estas situaciones, ya que no sabemos cómo enfrentarnos a ellas y salir airosos.

Sin embargo, hay una forma de enfrentarlas que nos puede ayudar a sentirnos mejor y a cambiar nuestra forma habitual de actuar. Podemos aprender algunas estrategias para responder a las críticas de forma adecuada.

Por eso en la entrada de hoy, os proponemos cuatro estrategias que podéis empezar a poner en práctica:
  • Banco de niebla: mostrarse de acuerdo en lo que sea posible con la crítica que nos han hecho. Por ejemplo: si alguien te critica por no contestar sus mensajes al momento, puedes utilizar el banco de niebla diciendo que es cierto que a veces no contestas mensajes inmediatamente.
  • Interrogación: pedir detalles sobre la crítica que te están haciendo. Siguiendo con el ejemplo de los mensajes, podrías responder a la persona preguntándole cosas como: qué hay de malo en que no conteste al momento, qué te molesta de ello… responder de esta forma en lugar de devolviendo del ataque, suele ayudar a que la otra persona rebaje también su tono.
  • Disco rayado: repetir tus argumentos sin perder los nervios. Puede combinarse con el banco de niebla. A la persona que te critica por no contestar al momento, puedes responderle algo como: “es verdad que no te he contestado inmediatamente, pero es que cuando estudio no miro el móvil”. Aunque ella siga insistiendo y atacando, debes mantenerte firme, repitiendo calmadamente tu postura y sin empezar a defenderte con nuevos argumentos.
  • Ignorar selectivamente: no entrar a los comentarios hirientes que nos hace el otro, responder solamente a los hechos objetivos. Si la otra persona te ataca diciéndote que pasas de ella y que eres un egoísta porque no contestas a sus mensajes, probablemente esté expresando su enfado de forma desafortunada. Para no entrar en una discusión eterna en la que te defiendas de sus acusaciones, puedes ignorar sus ataques y responder simplemente que no podías leerlos en ese momento.
Antes de responder a una crítica con cualquiera de estas técnicas, es importante esperar a que la otra persona termine de hablar. Puede ayudarnos a mantener la calma darnos instrucciones y mensajes para permanecer tranquilos del tipo “calma, no tienes por qué lanzarte a defenderte” o “espera, aun no sabes si llevas razón”.

Estas estrategias pueden ayudarnos a salir airosos de las críticas sin discusiones en las que terminamos haciéndonos daño. Para este propósito también puede ayudarnos no perder de vista que todos somos humanos. Nosotros tenemos derecho a equivocarnos y cometer errores (por lo que no pasa nada por reconocerlos). Mientras que las otras personas también pueden cometerlos y, en ocasiones, reprocharnos algo que no es cierto. Lo importante es aprender a reaccionar asertivamente en las dos situaciones.

Almudena Castelo González (Terapeuta CPA)

Referencias:

  • Castanyer, O. (2014). La asertividad expresión de una sana autoestima. Madrid: Desclée de Brouwer.
  • Gentil Más, C. (2000). La astucia social. Guía para mejorar las habilidades sociales. Madrid: Alianza Editorial.
  • Roca Villanueva, E. (2005). Cómo mejorar tus habilidades sociales: programa de asertividad, autoestima e inteligencia emocional (3ª edición revisada). Madrid: ACDE Ediciones.

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