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martes, 3 de junio de 2014

La inteligencia exitosa

Se define la inteligencia exitosa como la habilidad intencional que tiene el ser humano para adaptarse, modificar y conseguir sus propósitos personales y de su ambiente externo. Nos permite comprender nuestras fortalezas y debilidades, potenciando las primeras y corrigiendo las segundas. En el presente artículo queremos mostrarte las características más relevantes para conseguir potenciar esta inteligencia.

                                                 
Para poder potenciar nuestra inteligencia, en primer lugar, necesitamos procesar y manejar diferentes habilidades como son la parte analítica, la creativa y la práctica.

  • La inteligencia analítica: son los procesos mentales que utilizamos para analizar y evaluar nuestras ideas. Utilizamos esta inteligencia en la resolución de problemas y en la toma de soluciones.
  • La inteligencia creativa: es la capacidad de poder formar nuevas interpretaciones. Potenciando la creatividad podemos crear ideas por nosotros mismos y resolverlas.
  • La inteligencia práctica: son los procesos que nos permite transformar la teoría en práctica. Nos ayuda a adaptarnos al medio, usar las ideas y analizarlas de una manera óptima para resolver las situaciones de una manera procedimental.


El psicólogo estadounidense Robert Sternberg describe las características principales que presentan las personas para poder desarrollar la inteligencia exitosa:

  1. Automotivación. Podemos considerar a la motivación como el combustible de cualquier objetivo, sin ella, nuestras acciones se ven limitadas y debilitadas. 
  2. Control de impulsos. Es importante no dejarnos llevar por primeros impulsos, sino que es necesario hacer una evaluación de la situación y plantear diferentes alternativas con el fin de seleccionar la más adecuada para nuestros propósitos.
  3. Aprender a perseverar, en aquellos aspectos en los que existe una meta real. 
  4. Sacar el máximo partidos a nuestras habilidades, para ello, debemos conocer nuestras virtudes y potenciarlas. 
  5. Pasar a la acción. No basta solo con tener buenas ideas hay que llevarlas a cabo. 
  6. Orientación hacia el objetivo, nuestros actos deben perseguir el fin que deseamos. 
  7. Completar las tareas que nos proponemos. 
  8. Tener iniciativa para poner en marcha nuestras acciones. 
  9. Perder el miedo al fracaso. Cuando nos encontramos en una situación complicada o donde no hemos llegado a un final satisfactorio,  podemos solucionar estos  errores y aprender de ellos. 
  10. No postergar, “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. 
  11. Aceptar la crítica justa, con lo cual podremos aprender de nosotros mismos y mejorarnos. 
  12. Rehusar la autocompasión, el hecho de compadecernos nos estanca centrándonos en lo negativo y no permitiéndonos  avanzar en nuestros propósitos. 
  13. Ser independiente y confiar en nosotros mismos, no dejar que otros asuman nuestras responsabilidades. 
  14. Tratar de superar las dificultades personales
  15. Centrarse y concentrarse en alcanzar sus objetivos. 
  16. Equilibrio en las tareas que tienes que hacer. 
  17. Capacidad para aplazar la gratificación. Característica necesaria para poder alcanzar y mantener nuestra motivación en las metas  a largo plazo y disfrutarlas. 
  18. Autoconfianza y creer en nuestras capacidad
  19. Poder ver tanto los detalles como el conjunto, lo que nos permite hacernos un esquema más objetivo de la situación. 
  20. Equilibrar el pensamiento analítico, creativo y práctico. Dependiendo del momento necesitaremos potenciar uno u otro.


Podemos considerar estas características como generales, dependiendo de las variables de cada individuo potenciaremos más unas u otras. Es fundamental poder conocerse a sí mismo para poder conocer cuáles son nuestras fortalezas y, así, poder sacarlas el máximo partido, sin olvidar que también es esencial conocer nuestras debilidades, porque de esta manera sabemos cuáles son nuestras limitaciones, las cuales podemos aceptar o trabajar en ellas para convertirlas en fortalezas.


Artículo comentado y sugerido por Elena Barrio (terapeuta del CPA).

Referencia:
“Inteligencia exitosa: como una inteligencia práctica y creativa determina el éxito en la vida”. Robert J.Sternberg, 1997.

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