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lunes, 2 de octubre de 2017

Relaciones de pareja saludables ¿mito o realidad?




¿Te sientes identificado/a con esta conversación? ¿Son situaciones como ésta cotidianas en tu relación de pareja? ¿En alguna ocasión has sido testigo de este tipo de comportamientos en tu entorno cercano?

Si bien el estudio de las relaciones de pareja resulta esencial en cualquier fase del ciclo vital, en la adolescencia es especialmente relevante, debido a la vulnerabilidad de esta población. Por ello, es importante tomar conciencia de que algunos de los comportamientos que la sociedad considera habituales en una relación de pareja realmente no son saludables. La siguiente tabla muestra ejemplos de comportamientos saludables y no saludables en una relación de pareja.

Comportamientos propios de una relación “no sana”
Comportamientos propios de una relación “sana”
Controlar a la pareja (horarios, vestimenta, mensajes y llamadas telefónicas, etc.)
Respetar la libertad de la pareja. Ésta es libre de elegir cómo vestir, con quién hablar, qué hacer, cuándo finalizar la relación, etc.
Decirle las cosas que puede o no puede hacer
Chantajearle o amenazarle (incluso con suicidarse) si en algún momento decidiera dejarle
Impedirle que hable y vea a sus familiares o amistades
Cada miembro de la pareja debe disfrutar de su propia independencia y trabajar por conservar sus relaciones familiares, laborales y de amistad y mantener sus aficiones; además de realizar actividades juntos, las cuáles no pueden girar en torno a los intereses de una única persona
Prohibirle que estudie o trabaje
Apoyar a la pareja en cualquier proyecto relativo a su desarrollo profesional
Ridiculizarle, insultarle, hablarle de manera autoritaria o gritarle (en solitario o en presencia de otras personas)
Respetar a la pareja, controlar y evitar las expresiones irrespetuosas
Celos exagerados
Confianza mutua
Culpabilizarle de cualquier cosa que suceda
La pareja debe resolver los conflictos de manera conjunta y trabajar por establecer una solución consensuada, evitando la imposición, la amenaza o el chantaje afectivo
Evitar culpabilizar a la pareja de cualquier cosa que suceda, responsabilizándose cada uno de sus propios actos
Desvalorizar o ignorar sus sentimientos, opiniones y objetivos que se propone
Prestar atención a sus sentimientos
Entender su punto de vista (aunque no sea compartido)
Apoyarle en cualquier decisión que le haga feliz

Pero ¿de dónde provienen los comportamientos no saludables en una relación de pareja? Una inadecuada interpretación de los mitos del amor romántico puede convertirse en la causante de que desarrollemos creencias e imágenes idealizadas. Éstas se basan en un ideal donde el dolor, los celos y la dependencia emocional son asimilados como circunstancias intrínsecas a una relación de pareja, que interfieren en el desarrollo de una relación sana y promueven la tolerancia de comportamientos inaceptables. Según un estudio llevado a cabo por Ferreira en 1995, el 25% de las personas que toleraron este tipo de comportamientos en sus parejas sostienen arraigadas ideas basadas en un ideal de amor romántico.

Ante estos datos resulta inevitable preguntarse, ¿quiénes son los encargados de transmitirnos este tipo de creencias? Nuestra cultura ha construido una definición de "amor", la cual hemos interiorizado a través de diferentes medios: la educación de nuestros padres, nuestras amistades, libros, canciones y películas, etc. Aunque es cierto que la sociedad ha sufrido una considerable evolución al respecto, buena parte de la población continúa creciendo con mensajes del tipo: "los celos son una expresión del amor" o "cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y nuestra vida únicamente tiene sentido cuando encontramos nuestra mitad". 
Por ello, resulta primordial educar a los jóvenes en las diferencias entre relaciones de pareja saludables y no saludables, explicándoles que los celos son únicamente expresión de inseguridad y dependencia o que no somos la mitad de una naranja, sino individuos completos que no necesitan de una pareja que les complemente y que no únicamente existe una persona con la que ser felices.

En definitiva, el amor no justifica cierto tipo de comportamientos. Debemos fomentar el establecimiento de relaciones de pareja saludables y, para ello, el control y los celos exagerados, la privación de libertad y las faltas de respeto son inconcebibles.

Irene Álvarez Ossorio - Terapeuta del CPA

Referencias bibliográficas:
- Blázquez, Moreno y García-Baamonde (2011). Desarrollo de la violencia psicológica en el noviazgo en parejas de jóvenes universitarios/as. Apuntes de psicología, 29(3), p. 397-412
- Hernández, M. J. (s.f.). La importancia de la prevención en la violencia de pareja. Valencia: Universidad Internacional de Valencia.

- Paz Rodríguez, J. I. (2010). Relaciones y parejas saludables: cómo disfrutar del sexo y del amor. Junta de Andalucía: Consejería de Salud.  

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