Fuente: jppi |
El preservativo es cada vez más querido. Se le elige, se sabe de sus
consecuencias, positivas y su uso está más y más interiorizado por parte
de jóvenes y adultos. Su uso no interfiere en la calidad de las
relaciones sexuales ni en la satisfacción, según datos de diferentes
estudios. Con matices y excepciones, parece que algo está cambiando,
aunque "todavía falta mucho por andar", dicen los expertos.
Entre quienes reconocieron haber utilizado preservativo en su último encuentro sexual (27,5% de hombres y 22,3% de mujeres), son los varones los que están más seguros del tipo de profiláctico empleado (23,6% de hombres frente al 8,9% de las mujeres) y de si éste estaba lubricado (26,6% y 11,4%, respectivamente).
"Esto puede deberse a que los hombres son más propensos que las
mujeres a comprar condones y a su aplicación", ha declarado Debby
Herbenick, doctora de la Escuela de Salud Pública Bloomington, de la
Universidad de Indiana (EEUU) y una de las principales investigadoras
del estudio. Esta especialista también añade que es importante que las
mujeres se familiaricen con los preservativos que usan sus parejas para
que puedan tomar "decisiones que mejoren la seguridad y el placer de sus
experiencias sexuales".
Carlos San Martín, médico y sexólogo del Centro Interdisciplinar de
Psicología y Salud (CIPSA) de Santander asegura a ELMUNDO.es que, en
general, son los hombres quienes tienen una mayor curiosidad y una
aproximación más precoz hacia los productos y contenidos eróticos, lo
que los lleva a un mayor conocimiento. Pero sin embargo, esta tendencia
se está equilibrando. "Esto va cambiando ya que cada vez más mujeres exploran su sexualidad de formas menos convencionales y disfrutan de su curiosidad aceptando que todo lo que puede mejorar su sexualidad debe ser conocido y, por qué no, experimentado", expone.
El empleo del preservativo en España, afirma, se ha ido normalizando
paulatinamente de forma progresiva, a medida que se ha ido considerando
un instrumento básico para el sexo seguro.
Datos en España
Ezequiel Pérez Campos, ginecólogo y portavoz de la Fundación Española de Contracepción (FEC), mantiene que la utilización del preservativo en España es de un 35% entre las mujeres en edad fértil,
mientras que por el contrario la píldora no alcanza el 20%. "Sigue
siendo muy utilizado, y cada vez más la sociedad lo interioriza dentro
de sus hábitos sexuales sin restar satisfacción alguna al encuentro".
De
hecho, apunta a la encuesta 'Habits', recientemente publicada, donde las mujeres entre 23 y 49 años calificaban con un notable (8,1) sus relaciones sexuales
utilizando el 77% de ellas métodos anticonceptivos. El preservativo y
la píldora eran los más empleados y los mejores valorados, a pesar del
creciente aumento del uso de otros anticonceptivos como el DIU o el
anillo vaginal.
Esto significa, señala el doctor, que algo está cambiando y que cada vez menos el preservativo es considerado un inconveniente durante el acto sexual.
"Todavía hay personas que creen que resta espontaneidad al encuentro o
que les quita potencia, pero si la pareja está motivada esto no supone
ningún incordio, es más, puede ser utilizado como juego sexual, y de
hecho se hace".
Por ejemplo, señala que algunos grupos de inmigrantes con una cultura
más arraigada y menos liberal son menos receptivos a su uso, pero lo
cierto es que ha habido un cambio sociocultural muy importante
donde han influido y siguen haciéndolo aspectos como la educación de los
jóvenes, la información que los padres les hayan dado a lo largo de la vida o los medios de comunicación.
Además, todo parece indicar que el placer sexual con este método
depende de factores psicológicos, como el bienestar con la pareja o la
duración del encuentro, o fisiológicos, como la dificultad para lograr
una erección, según declaró a este mismo diario el pasado mes de junio
Devon Hensel, investigador de la Universidad de Indiana. Así, Pérez
Campos insiste: "Mientras haya motivación, no hay inconveniente
ninguno".
Pero, a pesar de los datos, el doctor reclama su correcta utilización
y funcionamiento. "En aproximadamente un 25% de las ocasiones, el
preservativo es mal utilizado". Por ello, hay que insistir mucho en que el preservativo se use bien.
El principal motivo para su empleo, según informa el experto, es para evitar un posible embarazo. Los jóvenes "están más preocupados por evitar un embarazo que por protegerse de enfermedades de transmisión sexual (ETS)".
Las cifras de las ETS además, siguen subiendo y "hay que insistir en
que éstas son muy importantes y pueden repercutir de forma grave en la
vida de la persona", recalca.
Del mismo modo, el lubricante está cada vez más extendido y su uso
está siendo "una auténtica revolución social", señala Pérez Campos. De
hecho, el mercado de los lubricantes ha aumentado considerablemente en los últimos años, un 10% anual,
debido a que muchos ginecólogos los recomiendan a mujeres en edades
pre-menopaúsicas y para algunos problemas como la sequedad vaginal.
"Está incluso indicado como juguete sexual", apunta el doctor quien
recomienda su uso siempre y cuando estén homologados, autorizados y,
sobre todo, que no sean grasos, ya que pueden hacer que se rompa el
preservativo.
En los jóvenes
Los datos oficiales, según informa el doctor San Martín, indican que
cerca de ocho de cada 10 jóvenes reconocen usar el preservativo pero,
sin embargo, las estadísticas aportadas por los fabricantes de
preservativos parecen indicar que su uso ha disminuido.
Por otro lado, y
según de un estudio que publica 'Gaceta Sanitaria’, el preservativo es utilizado por el 68,2% de las españolas entre 15 y 19 años
y además el 92,6% lo utilizó durante su primera relación sexual. "Los
jóvenes ya no actúan tan a lo loco", asegura Marta Ortega, psicóloga y
voluntaria del Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid.
Conocen el preservativo, lo utilizan y saben de sus consecuencias
positivas.
"Los conocimientos y la educación sexual encaminada a la protección
frente a enfermedades y embarazos no deseados ha calado de forma
especialmente importante en la población más joven", añade san Martín.
Eso sí, aunque en general, mantiene Ortega, tengan un uso más
responsable del preservativo, "todavía hay que insistir mucho y ofrecer una buena formación
ya que todavía hay muchos mitos, miedos, y también muy mala información
porque ésta se puede encontrar en muchos sitios, como en internet, y no
siempre es correcta".
A pesar de los datos en toda la población española, en general,
jóvenes y no tan jóvenes, tienen todavía mucho camino por recorrer,
porque "hay mucha información y poca dosis de formación", concluye Pérez Campos.
Marta Ortega (Terapeuta del CPA)
Fuente: Elmundo.es
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