El Centro de Psicología Aplicada pretende desde su blog, Psicología ComPartidA, divulgar la psicología en la comunidad universitaria con la intención de promover la salud física y mental. Nuestro objetivo es acercar el conocimiento a través de la publicación de artículos del ámbito psicológico y compartir noticias de actualidad.

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lunes, 25 de octubre de 2021

¿Qué puedo hacer si una persona cercana ha fallecido por suicidio?

El duelo es el proceso que atravesamos tras la pérdida de una relación importante para nosotros/as. En este caso, nos referiremos concretamente a la pérdida por suicidio de una persona querida. En el proceso de duelo, concretamente el que viven los familiares y personas allegadas del ser querido que fallece por suicido, se acentúa la sensación de incomprensión ante dicha muerte inesperada.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que diversos factores relacionados con la manera en la que tuvo lugar el suceso en la vida de la persona en concreto pueden influir en las emociones implicadas en este proceso, ya que cada duelo es único. No obstante, existen ciertas emociones que suelen darse al ser conocedores de este hecho. Entre ellas encontramos que, en un primer momento, suelen aparecerla culpa al sobreanalizar la situación, siendo nuestros propios “jueces implacables” a través de los “porqués”, los “y si” y los “debería”, al pensar que se podría haber hecho o dicho algo que influyera o cambiara lo ocurrido; el enfado y la vergüenza de hablarlo por sentirse juzgados por otras personas. Es posible que en un primer momento no entendamos por qué se mantiene en algunas ocasiones la intensidad de estas emociones, siendo ésta una pregunta que podamos hacernos. El caso es que, la muerte repentina por suicidio de nuestro ser querido es un suceso complicado que puede generar pensamientos y emociones desagradables que son difíciles de comprender. En este sentido, con el objetivo de aliviar el malestar que nos producen, podemos evitar determinadas situaciones como, por ejemplo, hablar sobre lo ocurrido por miedo a no sentirnos comprendidos. Esta manera de afrontar la situación a corto plazo nos ayuda a reducir nuestro nivel de malestar, pero, a largo plazo, intensifica lo que sentimos y, por ello, el proceso de duelo se puede dilatar en el tiempo.

Por lo tanto, conforme el familiar o la persona allegada vaya aceptando la situación, irá también aminorando la intensidad de sus emociones, es decir, puede seguir sintiendo culpa, aunque en menor intensidad; aparece también la emoción de tristeza en la medida en la que se disminuye el enfado y, además, aparece el sentimiento de soledad al notar la ausencia del ser querido. En definitiva, conforme el ser querido vaya avanzando hacia la recuperación estas emociones continuarán, aunque más mitigadas.

Igualmente, es relevante recordar que todas las emociones son válidas y tienen su función. Además, pueden darse en diferente grado de intensidad y no seguir un orden cronológico. Por lo tanto, si eres una persona que ha tenido una pérdida por suicidio, lo más importante es que sepas que tienes derecho a permitirte sentir y expresar.


Fotografía de Peggychoucair en Pixabay


¿Qué me puede ayudar si he perdido a alguien por suicidio? A continuación, te proponemos una serie de pautas que pueden ser de utilidad para gestionar esta situación tan difícil:

-   Valida lo que sientes, no juzgues si ello está bien o mal. Es lo que sientes y es totalmente lícito sentirte así, permítete sentirlo. Date tiempo, gestionar las emociones asociadas a esta situación requiere su tiempo.

-    Exterioriza cómo te sientes: hablarlo, escribir o dibujar, por ejemplo, nos ayuda a disminuir la intensidad de las emociones. En relación a esto, ponerte en contacto con personas que hayan vivido una situación similar o relacionarte con personas cercanas de tu entorno con las que te sientas cómodo/ay acojan cómo te sientes sin sentirte juzgado/a puede facilitarte la exteriorización de tus emociones.

-   Seguir cuidando de ti es importante. Realizar actividades placenteras para ti (por ej., salir a pasear o quedar con amigos/as) puede ayudarte a gestionar emociones desagradables como la tristeza la pérdida. Ahora es importante que te atiendas y te mimes.

-   Haz un poco de ejercicio, te ayudará a sentirte mejor y a conciliar el sueño.

A continuación, os presentamos una serie de derechos, recogidos del “Manual para enfrentar el suicidio de un ser querido” de Jeffrey Jackson, que pueden ayudar a poner en marcha las anteriores estrategias de afrontamiento tras conocerlos.

Carta de derechos del ser querido que ha perdido a una persona por suicidio

·   Tengo el derecho a estar libre de culpa.

·   Tengo el derecho a no sentirme responsable por el fallecimiento de la persona que ha llevado a cabo el suicidio consumado.

· Tengo el derecho a expresar mis sentimientos y emociones, aun cuando no parezcan aceptables, mientras que no interfieran con los derechos de otros.

·  Tengo el derecho a que mis preguntas sean contestadas honestamente por las autoridades y los miembros de la familia.

·  Tengo el derecho a no ser engañado porque otros crean que pueden ahorrarme un dolor mayor.

·  Tengo el derecho a tener sentimientos positivos respecto a la persona que perdí por suicidio, sin importar los eventos anteriores o simultáneos a esa muerte prematura.

·  Tengo el derecho a conservar mi individualidad y a no ser juzgado a causa de esa muerte suicida.

·   Tengo el derecho a buscar orientación y grupos de apoyo que me posibiliten para explorar mis sentimientos honestamente y a facilitar el proceso de aceptación.

·    Tengo el derecho a lograr la aceptación.

·   Tengo el derecho a un nuevo comienzo. Tengo el derecho a ser.

Si quieres conocer más sobre el proceso de duelo en general, puede serte útil el post “Sobrellevar la pérdida: ¿Qué es el duelo?”(http://psicologia-cpa.blogspot.com/search?q=doliente), en el que puedes encontrar cuáles son las funciones del mismo.

Por último, si recientemente has perdido a una persona cercana por suicidio y crees que necesitas asistencia profesional, en el CPA estaremos encantados/as de ayudarte.

 

Desiree Corral Serano – Terapeuta del CPA


martes, 3 de noviembre de 2020

Sobrellevar la pérdida: ¿Qué es el duelo?

Recordar a personas que queremos y hemos perdido resulta habitual, especialmente en días como ayer. Es posible, incluso, que recientemente haya fallecido alguien importante para nosotros/as y actualmente nos enfrentemos al aprendizaje de vivir y continuar sin esa persona.

Fotografía de Sơn Bờm en Pexels con licencia Creative Commons

El proceso de adaptación que experimentamos ante una pérdida se denomina duelo. Durante este proceso, es frecuente tener reacciones emocionales (tristeza, enfado, culpa, ansiedad, soledad, desamparo, alivio…), físicas (vacío en el estómago, opresión en el pecho, falta de aire, debilidad muscular, hipersensibilidad al ruido…), cognitivas (incredulidad, confusión, preocupación, sensación de presencia, alucinaciones…) y conductuales (dificultades de sueño, alimentación, aislamiento social, pérdida de concentración, llanto…). Aunque resulten desagradables, estas reacciones son normales y no deben preocuparnos en la medida que no limiten nuestro día a día.

¿Por qué las personas reaccionamos de manera diferente ante la pérdida? Existen factores que pueden mediar la experiencia del duelo, como son:

  • Pérdidas anteriores. Es decir, si la persona ha sufrido o no otras pérdidas y el modo en que ha afrontado el duelo.
  • Relación con la persona fallecida. No solo el tipo de relación (hijo, amigo, compañero de trabajo…), sino también la intensidad del vínculo establecido.
  • Cómo ha fallecido la persona. La causa de la muerte (natural, accidente, suicidio u homicidio), así como si esta es o no repentina, evitable, violenta o múltiple (pérdida de varias personas queridas en un único suceso o corto periodo de tiempo), pueden influir en cómo el doliente hace frente a la pérdida.
  • Recursos personales. Las estrategias de afrontamiento de la persona, su capacidad de resolver problemas o la percepción de autoeficacia, pueden facilitar esta experiencia.
  • Apoyo social. Percibir que estamos arropados por nuestros seres queridos, más que el apoyo ofrecido en sí mismo, puede ayudarnos a afrontar la pérdida. 

No obstante, con independencia de la frecuencia o intensidad de nuestras reacciones, perder a un ser querido resulta, en la mayoría de las ocasiones, doloroso. Sin embargo, a pesar del dolor experimentado, el proceso de duelo es natural y resulta necesario para procesar la pérdida de forma adecuada, ya que nos permite:

  • Aceptar la realidad. Cuando alguien querido muere, podemos tener la sensación de que lo que ha ocurrido no es cierto. Comprender que la persona ha fallecido y no va a volver es el primer paso, asumiendo que el reencuentro es imposible.
  • Elaborar el dolor de la pérdida. No todo el mundo experimenta el dolor de la misma manera. Cada proceso de duelo es único y cada persona lo vive diferente en función de sus circunstancias. Es necesario reconocer y trabajar este dolor, ya que evitarlo o suprimirlo de manera continuada probablemente alargue el curso del duelo.
  • Adaptarnos a un mundo sin el fallecido. Ajustarse a la nueva realidad implica cuestiones diferentes para cada doliente, como aprender a resolver problemas, generar estrategias y adquirir herramientas que le permitan hacer frente a las demandas actuales.
  • Recolocar emocionalmente a nuestro ser querido y seguir viviendo. Superar la pérdida no implica olvidar a la persona fallecida, sino poder pensar en ella y continuar viviendo de manera eficaz.

¿Qué podemos hacer si acabamos de perder a un ser querido?

En esta situación, es útil permitirnos sentir, respetando nuestro propio ritmo; expresar nuestros sentimientos y dejarnos apoyar por los demás; retomar nuestro día a día de manera progresiva, fijándonos metas sencillas a corto plazo; y despedirnos simbólicamente del fallecido, si no hemos tenido la oportunidad de hacerlo.

¿Y si no es suficiente? ¿Cómo saber si estoy llevando bien el duelo?

En el post “Afrontar la pérdida de un ser querido” (http://psicologia-cpa.blogspot.com/2016/10/afrontar-la-perdida-de-un-ser-querido.html) puedes encontrar algunas claves para distinguir el duelo normal del patológico. En estos casos, pedir ayuda profesional puede facilitar hacer frente a la pérdida de una manera más adaptativa. Si necesitas apoyo psicológico, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Podemos ayudarte.

Andrea Collado – Terapeuta del CPA.

Bibliografía:

Romero, V. (2013). Tratamiento del duelo: exploración y perspectivas. Psicooncología, 10(2/3), 377.

Worden, J.W., Aparicio, Á., & Barberán, G. S. (2013). El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia. Barcelona: Paidós.

lunes, 12 de octubre de 2015

Ocho consejos para NO superar una ruptura

En la entrada de hoy queremos proponer un decálogo de la NO superación de la ruptura de una relación sentimental.

Sea que la ruptura haya sido de común acuerdo, hayas sido tú el/la principal promotor/a o viceversa, si sigues todos (o varios de) estos consejos, muy probablemente te quedes enganchado/a a esa relación que ha terminado.

Esto tendrá por seguro un efecto pernicioso sobre tu estado de ánimo, autonomía, seguridad y relaciones sociales.

Foto: Phototropy, con licencia Creative Commons

¿Quieres saber cómo conseguirlo? Sigue los siguientes consejos:

No te des permiso para estar triste: aunque sea completamente normal sentir malestar porque un ser querido se haya ido de tu vida, no te des el permiso para sentirte lógicamente mal. Por el contrario, niega el malestar; y, si lo sientes, considéralo anormal y no lo compartas con nadie. A fin de cuentas, ¿por qué iba a dolerte si tan sólo era (y quizá aún sea) una de las personas a las que más has querido?