Aaaay ,
las Navidades, esa época del año tan bonita, donde las ciudades se llenan de
luces, las calles de villancicos, nos
juntamos con la familia y nos reunimos con amigos y familiares que hacía tiempo
que no veíamos, recibimos multitud regalos y todos los días son motivo de
fiesta…
Sin embargo,
no todo es tan bonito como nos cuentan los anuncios y la sociedad: las grandes
ciudades se llenan, es casi misión imposible ir al trabajo si éste está dentro
del perímetro de calles comerciales del centro de la ciudad e incluso dar un
simple paseo acaba resultando tedioso y estresante; para poder comprar cualquier
cosa tenemos que enfrentarnos a grandes colas; los precios se disparan; nos
vemos obligados a asistir-presenciar las temidas comidas familiares, con gente
que no nos cae muy bien o vernos metidos entre peleas o rencillas del pasado… En resumidas cuentas: una época de estrés, de oda al consumismo y de continuos agobios.