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lunes, 27 de marzo de 2023

¿QUÉ ES EL FOMO Y CÓMO PUEDO GESTIONARLO?

    Justo el día que no puedes ir a la facultad tus amigos publican una foto en Instagram tomando algo en la cafetería. Te preguntas “¿qué habrán dicho? ¿habrán estado mucho tiempo? Tendría que haber ido. Seguro que se lo han pasado genial”. Entonces empiezas a sentirte mal por todas esas cosas que te has perdido. El día en que puedes quedar con ellos, empiezan a utilizar una broma que tú no entiendes y eso te hace sentir apartado. En redes sociales, ves a otros amigos tuyos quedando con sus parejas o viviendo experiencias únicas a las que tú no crees que puedas acceder. Todas estas situaciones te hacen sentir una especie de inquietud por los planes o interacciones que podrías estarte perdiendo. 

 Imagen de Pexels

¿Qué es el FoMO? 

    Esa sensación se conoce como miedo a perderse experiencias o FoMO (por sus siglas en inglés Fear of Missing Out). El término empezó a utilizarse para hacer referencia a perderse planes con amigos y sentirse excluido. Sin embargo, la aparición de las redes sociales ha ampliado su significado permitiendo que se extienda esta preocupación en ese nuevo ámbito. 

¿Por qué nos sentimos así y qué consecuencias tiene? 
   
   Cuando se experimenta esta sensación suelen aparecer también pensamientos relacionados con las cosas que uno se estará perdiendo o lo horribles que sería las consecuencias de no estar viviendo esa experiencia. Estos pensamientos pueden aparecer cuando una persona está haciendo otras cosas que le impiden conectarse a redes sociales o cuando la persona no puede acudir a los planes sociales que sus amigos llevan a cabo. Dependiendo de cuál sea el caso, aparecerán preocupaciones relacionadas o bien con las cosas que estarán pasando en redes sociales o bien los planes que se estará perdiendo. 

    Los pensamientos y el malestar derivado de ellos pueden hacer que la persona compruebe las redes sociales durante mucho tiempo para asegurarse de que no se está perdiendo nada o estar al tanto de todas las cosas que sus amigos y conocidos están haciendo. Puede que la persona también intente salir siempre que lo hagan sus amigos (aunque no pueda) o dedique mucho tiempo a darle vueltas a toda esta situación. Estas y otras maneras de gestionar las preocupaciones se caracterizan porque a corto plazo permiten obtener una sensación de alivio por no estarse perdiendo nada o una sensación de control por estar haciendo todo lo posible para evitar que eso pase. Sin embargo, si este patrón se desarrolla durante mucho tiempo puede derivar en la pérdida de horas de sueño o una reducción del estado de ánimo, la disminución del contacto con otras personas o el no desarrollo de las habilidades para conectar con gente o la reducción del interés por otras aficiones o el desarrollo académico o laboral. 

    Por otra parte, las redes sociales presentan siempre la mejor cara de todas las personas: los mejores momentos, los planes más impactantes y los lugares más exóticos. Nos hacen preguntarnos si estaremos haciendo algo mal o si estaremos perdiéndonos algo importante. Esta “imagen perfecta”, la impresión de que el resto del mundo está teniendo experiencias mucho más gratificantes y divertidas que uno mismo, potencia las preocupaciones. Esto puede incrementar los aspectos negativos que ya presenta el mal uso de las redes sociales: compararse con otras personas, valorarse a uno mismo en función de los likes que se recibe, revisión constante de las redes sociales en busca de notificaciones… lo que puede acabar derivando en una sensación de soledad y ansiedad cuando no estamos en redes sociales. 

¿Cómo podemos gestionarlo? 

    En mayor o menor medida todos podemos experimentar de vez en cuando esta sensación negativa de estarnos perdiendo muchas cosas. No es un problema de por sí, solo lo es cuando nos empieza a generar consecuencias en nuestro día a día (p.ej., problemas de sueño, problemas académicos o laborales, falta de autoestima o habilidades sociales…). En caso de estar lidiando con FoMO, hay algunas pautas que pueden resultarte útiles: 
  • Marcar tiempos de utilización de las redes sociales: el uso de las redes sociales puede servir como distracción e incluso como fuente de creatividad y conexión. Sin embargo, su uso en momentos o lugares inapropiados (p.ej., estando con amigos, en clase o en el trabajo, etc.) puede suponer el perder otras experiencias más importantes. Céntrate en lo que estás haciendo y piensa ¿qué me estaría perdiendo por estar mirando la pantalla? 
  • Darse cuenta de por qué estamos utilizando las redes sociales y la sensación incómoda que experimentamos cuando no las tenemos cerca. ¿Por qué quiero mirar qué postean mis amigos en redes sociales? ¿Me va a ayudar la comparación? ¿Realmente necesito conocer qué están haciendo los demás? Es normal que quieras pertenecer a tu grupo de amigos, es una parte importante de tu vida, pero ¿es esa la mejor manera de pertenecer? ¿habría otras maneras en las que podrías estar ocupándote en lugar de preocupándote?
  • Repasa lo que estás pensando: ¿realmente sería tan terrible que tus amigos se vieran sin ti en alguna ocasión o perderte alguna experiencia que ellos si han vivido? ¿Ha pasado alguna vez? ¿qué consecuencias tuvo la otra vez? Te darás cuenta de que no pasa nada por estarse perdiendo algunas cosas. Si alguna de las cosas que viven tus amigos te afecta mucho (p.ej., matrimonios, familia, cambios de trabajo), valora si es algo que realmente quieres para tu vida. Si es así, inicia el camino que te permita conseguirlo. 
  • Deja de darle vueltas; no te está ayudando: es mejor que intentes distraerte con otra cosa, dejar de pensar una y otra vez en aquello que te estás perdiendo. Coge un buen libro, ponte música, sal a pasear o realiza algún deporte… cualquier cosa que te sirva para distraerte y disfrutar de tu tiempo de una manera que te haga sentir mejor.
    En definitiva, todos podemos sentir de vez en cuando que nos estamos perdiendo cosas, lo importante es qué hacemos con esa sensación y si dejamos que acabe afectando a distintas áreas de nuestra vida. 

Laura Casado - Terapeuta del CPA

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