Seguramente, alguna vez hayas
pensado que tienes “baja autoestima” o no estás a gusto con la visión que
tienes de ti mismo/a y te gustaría mejorarla. En una entrada anterior os
explicamos qué es la autoestima y cómo influyen en ella nuestras
autoverbalizaciones (http://psicologia-cpa.blogspot.com/2017/02/autoestima-que-es-eso.html).
Como vemos, es un aspecto que se
aprende a lo largo de nuestra vida, ya que podemos aprender a pensar, sentir y
actuar de forma diferente. Sin embargo, aunque existen numerosos factores que
pueden influir en el origen y el mantenimiento de nuestra autoestima, ningún
factor por sí mismo es determinante para ello, sino que se trata de un proceso
multicausal. Somos seres sociales que se desarrollan en un contexto y una
cultura determinada, los cuales influyen en la forma en que nos vemos a nosotros/as
mismo/as. Algunos de estos factores más relevantes hacen referencia a la
socialización de la cultura occidental, al género, a la influencia de la
familia y a las experiencias de aprendizaje.
Ahora bien, teniendo en cuenta
todo lo anterior… ¿Qué otras pautas puedo poner en marcha para mejorar mi
autoestima?
Fotografía de Andrea Piacquadio con licencia Creative Commons
1. Analiza cuáles son tus dificultades.
En muchas ocasiones, las dificultades presentes en el día a día influyen en la visión que tenemos de nosotros/as mismos/as. En este sentido, es importante comenzar identificando cuáles son aquellas dificultades más relevantes para adquirir estrategias que nos permitan superarlas. Es útil describir cómo te valoras en diferentes áreas de tu vida (personal, familiar, social, pareja, académica-laboral y aspecto físico) dado que puede dar pistas de cuál es el foco de estas dificultades para poder trabajarlas.
2. Mejora tus habilidades sociales.
Nuestra actuación en diversas situaciones sociales puede influir en nuestro nivel de autoestima, ya que en buena parte de nuestra vida estamos en interacción con los demás. Si normalmente me comporto de una forma inhibida o agresiva, probablemente no me sienta satisfecho/a conmigo mismo/a al no relacionarme con los demás como me gustaría. Por ello, identificar aquellas situaciones sociales que más te cuestan y mejorar determinadas habilidades asertivas (por ej., hacer y recibir críticas) podría influir en tu autoestima al percibirte con una mayor competencia.
3. Sé compasivo/a contigo
mismo/a.
La autocrítica nos permite evaluar
las situaciones que percibimos más difíciles, hace que nos cuestionemos tanto a
nosotros mismos como a los demás, nos protege de fracasos y posibles
frustraciones y, en muchas ocasiones, nos ayuda a la hora de buscar soluciones.
Sin embargo, esta autocrítica es problemática cuando todo aquello que nos
decimos es negativo y poco útil, y está presente en una gran parte de nuestro
día a día. No podemos negar que los seres humanos somos imperfectos y, por
tanto, cometemos errores. Tener en cuenta esto, puede ser de ayuda para
tratarnos a de una manera más compasiva y poder actuar de una manera que nos
resulte más útil. Con el objetivo de comenzar a describirnos de forma más ajustada y
compasiva, te proponemos el siguiente ejercicio para identificar la influencia que
tiene esta autocrítica:
- ¿Por qué tipo de cosas te juzgas y te criticas? (aspecto físico, profesión, relaciones, hijos, etc.).
- ¿Qué pensamientos identificas?
- ¿Qué tipo de lenguaje utilizas contigo mismo/a cuando observas un defecto o cometes un error?, ¿te insultas o adoptas un tono amable y comprensivo?
- Cuando eres muy autocrítico/a, ¿cómo te sientes?
- ¿Cuáles son las consecuencias de ser tan duro contigo mismo/a?, ¿te hace sentir más motivado/a o más bien desanimado/a y deprimido/a?
4. Camina hacia tus valores
personales.
Los valores son aquellas ideas elegidas por nosotros/as mismos/as que guían nuestro comportamiento y que le dan sentido y “valor” a nuestra vida. Sin embargo, algunas dificultades de autoestima aparecen cuando no estamos siendo acordes a nuestros valores personales más importantes. Identificar cuáles son estos valores y qué podemos hacer para caminar acorde a ellos probablemente se verá reflejado en la forma que nos veamos a nosotros/as mismo/as. En este sentido, define objetivos que te ayuden a acercarte a este valor y define acciones concretas y realistas que puedas realizar. El siguiente paso será planificar estas acciones y ponerlas en marcha. ¡No te olvides de premiarte por cada pequeño paso!
5. ¡Cuídate!
“¿Y dónde quedo yo…?”. Seguramente, alguna vez te hayas hecho esta pregunta cuando has sentido que no te estabas cuidando todo lo que te gustaría debido a situaciones complejas de la vida. El autocuidado hace referencia a todos aquellos comportamientos dirigidos hacia nosotros mismos, los demás y el entorno para mejorar nuestra salud y bienestar. Algunos ejemplos son cuidar nuestra alimentación, practicar ejercicio físico, disfrutar de nuestros hobbies, invertir tiempo de calidad con nuestra familia, etc. La forma en la que nos cuidamos podría influir en cómo nos sentimos con nosotros/as mismos/as.
Recordemos aquello que cantaba
Rozalén y pongamos manos a la obra:
“Si quiero mejorar
el mundo
Primero voy a
mimarme yo”.
Sin embargo, aunque estas otras claves
te podrían ayudar a fortalecer tu nivel de autoestima, te recomendamos la ayuda
profesional si crees que la necesitas. En el CPA estaremos encantados de
ayudarte.
Además, el próximo 1 de marzo pondremos
en marcha el taller “Fortaleciendo nuestra autoestima: taller para
comprenderla y cuidarla”, donde abordaremos cómo se construye nuestra
autoestima a lo largo de los años, cuáles son las variables que más nos
influyen y qué herramientas podemos aprender para mejorarla. Si deseas más
información, puedes ponerte en contacto con el CPA a través de las redes
sociales o escribiendo a nuestro correo electrónico: cpa@uam.es.
¡Las plazas son limitadas!
Referencias bibliográficas
· Márquez-González, M. (Coord.) (2016) Tendencias actuales en intervención psicológica. Madrid: Síntesis.
Mora y Raich (2005). Autoestima:
Evaluación y tratamiento. Madrid, España: Editorial Síntesis.
Roca, E. (2013). Autoestima
sana. Una visión actual, basada en la investigación. Valencia, España: ACDE
Cooperación y Desarrollo.
Wilson, K. G., y Luciano, M. del
C. (2002). Terapia de aceptación y compromiso (ACT): un tratamiento
conductual orientado a los valores. Madrid: Ediciones Pirámide.
Iván Chamizo – Terapeuta del CPA
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