La actual pandemia de Covid-19 ha cambiado nuestros hábitos, nuestra manera de trabajar, nuestra visión del mundo, nuestras aficiones… Parece que vivimos en un mundo distinto, y es que cosas que antes nos parecían normales ahora nos sorprenden, y lo que antes nos parecía raro ahora es lo común. Los cambios en nuestro contexto producidos por la pandemia nos llevan a cambiar algunos de nuestros comportamientos para adaptarnos adecuadamente a las demandas de esta nueva realidad. Es posible que te estés preguntando: ¿me estoy preocupando en exceso con la higiene?, ¿me lavo demasiado las manos?, ¿es esto un problema?
A continuación, ofrecemos algunas claves que pueden ayudar a diferenciar entre un cuidado saludable o un cuidado excesivo y problemático.
¿Cuál es tu riesgo?
El primer punto a tener en cuenta es conocer dónde te encuentras, los riesgos que este entorno supone y tu vulnerabilidad al virus. No es lo mismo trabajar en un centro sanitario compartiendo despacho con otros profesionales y pacientes que trabajar en tu propia oficina; viajar en tu coche o en metro a hora punta; tener un historial médico que te sitúe en población de alto riesgo o ser una persona joven y saludable. Si te encuentras en una situación de bajo riesgo y te estás lavando las manos a menudo, aunque no hayas estado en contacto con nada, quizás sea excesivo.
¿Sigues las recomendaciones sanitarias?
Si dudas sobre si te estás lavando las manos demasiado puedes comprobar si tus hábitos de limpieza son los recomendados por las autoridades sanitarias. Si tus hábitos de limpieza son problemáticos es posible que estés pasándote de largo respecto a las recomendaciones; por ejemplo: si lo recomendado es lavarse las manos durante 20 segundos pero tú lo haces hasta que te sientes “suficientemente limpio”, llevándote bastante más tiempo. Quizás también hayas pasado a utilizar productos de limpieza “más fuertes” que no están recomendados por las autoridades y que pueden ser dañinos para tu salud.
¿NECESITAS lavarte las manos?
Si sientes habitualmente una necesidad extrema por llegar al baño y coger el jabón, no puedes aguantar un minuto más sin lavarte y retrasar un rato el contacto con el gel hidroalcohólico se te hace una odisea… puede que no te estés lavando las manos por salud, sino para calmar tu ansiedad. Haber tocado la barra del metro y pensar: “vaya, debería lavarme las manos, a saber quién ha tocado esto antes” es saludable; lavarse las manos al salir del vagón y evitar tocarse la cara también. Pero, ¿puedes aguantar unos minutos sin hacerlo o empiezas a ponerte nervioso y a pensar en lo contaminadísima que tienes la mano y en una catástrofe inminente? Si te ocurre esto último y siente esa urgente necesidad, puede que no estés gestionando bien la situación.
¿Vives esclavo del miedo?
Ante la posibilidad de contagio, quizás evites actividades que podrías realizar y disfrutar. ¿Evitas el transporte público y hace eones que no tienes planes de ocio?; cuando piensas en un plan, ¿buscas minuciosamente los posibles focos de contaminación y te acabas quedando en casa por miedo o inseguridad?; ¿pasas el día pensando que estarás infectado y que tienes que hacerte una PCR? si la respuesta es sí, es posible que el miedo te esté paralizando: plantéate cómo adaptar tus rutinas a esta nueva realidad para volver a disfrutar. Quizás te ayude limitar el tiempo que pasas hablando sobre el Covid o escuchando sobre él en las noticias, estar demasiado expuesto a estas informaciones puede hacer que desarrolles un temor excesivo.
Repercusiones
Podemos fijarnos no solo en lo que hacemos, sino en el resultado de nuestras acciones. ¿Tienes las manos llenas de heridas o muy secas y agrietadas?, ¿las personas a tu alrededor están molestas contigo porque estás todo el día hablando del virus y pidiéndoles que laven esto y aquello?, ¿gastas más en gel, guantes y mascarillas que un fumador en tabaco?, ¿llevas aislado meses por miedo a un posible contagio? Puede que no sepas si las precauciones que estás tomando son las correctas, pero puedes conocer el coste y preguntarte si está siendo excesivo.
Como has visto, las conductas no son buenas o malas por sí mismas, sino que serán más o menos útiles en función del contexto en el que tienen lugar. Si crees que esta situación te está generando malestar o consideras que las conductas que utilizas para adaptarte a esta nueva realidad están interfiriendo en tu vida, lo mejor que puedes hacer es contactar con un profesional; es la forma idónea de orientarte y vivir una vida más plena y saludable.
En el CPA, podemos ayudarte.
Santiago Martín – Terapeuta del CPA
Referencias:
Fontenelle, L.F., & Miguel, E.C. (2020). The impact of COVID-19 in the diagnosis and treatment of obsessive-compulsive disorder. Depression and Anxiety.
Jassi, A., Shahriyarmolki, K., Taylor, T., Peile, L., Challacombe, F., Clark, B., & Veale, D. (2020). OCD and COVID-19: a new frontier. The Cognitive Behaviour Therapist, 13.
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