El Centro de Psicología Aplicada pretende desde su blog, Psicología ComPartidA, divulgar la psicología en la comunidad universitaria con la intención de promover la salud física y mental. Nuestro objetivo es acercar el conocimiento a través de la publicación de artículos del ámbito psicológico y compartir noticias de actualidad.

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lunes, 15 de junio de 2020

El teletrabajo: una nueva realidad social


La crisis sanitaria que estamos viviendo nos lleva a nuevas realidades sociales. A raíz de las medidas preventivas de confinamiento establecidas ante la pandemia, muchas personas se han visto abocados a adaptarse a una nueva situación en la que debían continuar con la actividad laboral sin poder salir de casa.

Fotografía de Vlada Karpovich con licencia de Creative Commons

El teletrabajo conlleva ventajas visibles a simple vista: no tener que invertir tiempo en desplazamientos o una mayor flexibilidad de horarios. Sin embargo, también nos enfrenta a nuevos desafíos respecto a la salud de los trabajadores. Y, en esto, la psicología, como ciencia de la conducta humana, tiene mucho que decir.

La salud psicológica de las personas depende de la interacción con su entorno, así como de la adaptación al mismo. En este sentido, el teletrabajo supone un cambio del contexto laboral, lo que a su vez conlleva cambios en el comportamiento de los trabajadores que pueden repercutir de forma negativa en su salud física y psicológica. Algunos de estos cambios en el entorno que consideramos relevante destacar son:

- Cambios en el medio: las personas asociamos emociones y pensamientos al contexto en el que los experimentamos. Por ello, el tener que realizar la jornada laboral en el lugar dedicado a nuestra vida personal facilita la aparición de ciertos pensamientos, relacionados con este contexto, que pueden suponer un distractor e interferir en nuestro rendimiento. Por ejemplo, es más probable que al estar en casa nos surjan pensamientos acerca de la comida que me prepararé al terminar; lo cual no ocurría al estar en la oficina. Por otro lado, puede que nos resulte más complicado “desconectar” de preocupaciones derivadas del trabajo al permanecer en el mismo entorno.

- Menor control externo: saber que hay una figura de autoridad supervisando el trabajo que llevamos a cabo, sin duda, puede ser una variable motivadora para mantenernos en la tarea y no dejarnos llevar por otros distractores.

- Mayor flexibilidad horaria: la flexibilidad horaria nos enfrenta a convivir con la idea de que en cualquier momento podría estar trabajando. Esto nos puede llevar a ver la libertad de horarios como una oportunidad para demostrar nuestro compromiso por el trabajo, dando lugar al “caldo de cultivo” perfecto para que nuestras autoexigencias entren en acción. En esta situación, nos podemos encontrar jugando con nuestros hijos mientras pensamos “debería terminar este documento”, impidiendo que disfrutemos de ese rato agradable en familia.

- Interferencia en nuestros hábitos de vida: el contexto puede facilitar que un comportamiento se lleve a cabo o no. De esta forma, no necesitar salir de casa para ir al trabajo, reduce nuestras oportunidades para realizar actividad física. Por otro lado, tener nuestra nevera accesible durante la jornada, aumenta la probabilidad de comer a cualquier hora del día y de hacerlo como forma de manejar nuestro malestar. Si quieres saber más acerca del “comer emocional”, te dejamos una entrada de nuestro blog que te puede interesar: http://psicologia-cpa.blogspot.com/2019/01/comer-emocional-cuando-nos-alimentamos.html

La buena noticia es que hay cosas que puedes hacer para adaptarte de forma más adecuada a los cambios ambientales que supone el teletrabajo:

1. Establece un lugar para trabajar: tener un espacio de la casa dedicado a la actividad laboral, prepararlo con el material que necesitas y evitar distractores (juguetes de los niños, exceso de fotos familiares, recuerdos de viajes, etc.) favorecerá el mantenerte concentrado/a. Cuidar otros requisitos ergonómicos como son la iluminación, la temperatura y la comodidad del mobiliario también es importantes para tu rendimiento.

2. Establece un horario y cúmplelo: la flexibilidad de horario te permite poder elegir en la medida de lo posible el momento del día en el que las características del entorno te faciliten la actividad laboral (menos ruidos, menos demandas familiares, etc.). Además, es importante tener en cuenta otras variables que pueden repercutir en tu rendimiento, como es tu propio cansancio. Así, puedes aprovechar al máximo los momentos del día donde tu productividad es mayor. Por otro lado, para poder cumplir con el horario que establezcas, evita utilizar el trabajo cómo forma de evadirte de los problemas familiares o de la propia situación de confinamiento.

3. Pon a raya tus pensamientos: marcarte objetivos concretos, realistas y realizables a corto plazo, te facilitará poder centrarte en lo que está bajo tu control; reduciendo el malestar asociado a la situación de incertidumbre que vivimos. Con respecto a las autoexigencias, te puede ayudar recordar por qué otras áreas (tales como la familia o el ocio personal) son importantes para ti. Además, saber qué momento del día lo dedicarás a tu trabajo te ayudará a disfrutar de lo que haces, en lugar de estar pensando en lo “deberías” hacer. A continuación, te dejamos esta entrada donde podrás saber más sobre cómo manejar tus autoexigencias: http://psicologia-cpa.blogspot.com/2020/04/cuando-la-autoexigencia-se-convierte-en.html

4. Recompénsate: saber la hora a la que dejarás de trabajar y anticipar que luego vas a hacer algo que te resulta agradable, puede aumentar tu motivación por el trabajo, y, con ello, tu productividad.

5. Mantén hábitos saludables: fijar descansos y planificar una hora para comer a media mañana o a media tarde, te ayudará a manejar la idea de que te puedes levantar en cualquier momento para abrir la nevera. Por último, mantener una rutina de ejercicio físico favorecerá un manejo adecuado del estrés.

Como siempre, esperamos que esta entrada te haya gustado y haya sido de utilidad.

Candela González – Terapeuta del CPA.
Bibliografía

Fabregat, M. B. A., & Gallego, E. C. (2002). Teletrabajo y salud: un nuevo reto para la Psicología. Papeles del psicólogo, (83), 55-61.


1 comentario:

  1. Me ha gusta mucho la cantidad de ideas que el artículo ofrece. Están muy bien explicadas con ejemplos concrefos que facilitan su comprension. También me ha parecido magnífica la idea de incluir dos entradas a otros temas que puedan servir de ayuda al lector

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