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lunes, 3 de febrero de 2020

"¿Qué me está pasando?": 3 ideas erróneas sobre los ataques de pánico


En la actualidad, son muchas las personas que acuden a terapia y comentan haber experimentado en algún momento síntomas como palpitaciones, sensación de ahogo o temblores (entre otros) de manera inesperada, acompañados de la sensación de peligro inminente y una interpretación catastrófica de estos síntomas (p.  ej., pensar que son signo de un infarto).  Además, suelen sentir un miedo intenso a que este episodio pueda volver a repetirse. Esta descripción podría corresponder con una “crisis de ansiedad” o “ataque de pánico” (si quieres saber más, puedes consultar la siguiente entrada de nuestro  blog: http://psicologia-cpa.blogspot.com/2018/01/tranquiloa-es-un-ataque-de-panico.html).

Estos ataques de pánico pueden aparecer en muchas circunstancias: viendo la televisión, en un autobús, andando por la calle, en el trabajo, o incluso durmiendo.  No existe una única causa. El hecho de sufrir un ataque de pánico en una situación determinada (p. ej., en un supermercado) puede facilitar que la persona desarrolle temor a esta situación, e incluso sentir miedo ante la sola idea de ir al supermercado. De esta manera, y para sentirse a salvo, la persona comienza a evitar acudir al supermercado, y a pensar: “no me ha dado el ataque de ansiedad porque no he ido”, lo que fortalece cada vez más su miedo y favorece el mantenimiento del problema.

Pero, ¿por qué aparecen?
Como ya se ha mencionado, no existe una única causa, y son muchos y variados los problemas que pueden favorecer que se produzca un ataque de pánico (alto estrés académico o laboral, dificultades en el manejo de relaciones sociales…). No obstante, el elemento común que suelen presentar las personas que lo padecen es un elevado estrés personal. Asimismo, otro elemento que puede influir en la aparición de un ataque de pánico es haber aprendido a interpretar de manera catastrófica nuestras sensaciones corporales. Hay personas que comentan haber oído que un conocido “se volvió loco y lo encerraron”, “tuvo un dolor muy fuerte en el pecho y lo ingresaron por infarto” o que “le dio un dolor de cabeza muy fuerte y resultó ser un derrame cerebral”. Pero, “¿me puede ocurrir todo esto al sufrir un ataque de pánico?” A continuación, se responde a esta cuestión.


Imagen: KML, con licencia Creative Commons

¿Me puede dar un infarto?
No. Al menos no debido a la ansiedad. Un infarto de miocardio se produce cuando un área del corazón queda lesionada de forma permanente por la falta de oxígeno en ella. En el caso de un ataque de pánico ocurre todo lo contrario, pues comenzamos a respirar cada vez con mayor frecuencia, lo que produce que llegue una gran cantidad de oxígeno a nuestro organismo, y por ello, pueden aparecer sensaciones de mareo. En muy raras ocasiones, un nivel de ansiedad elevado puede desencadenar un ataque cardíaco de manera súbita. En el caso de un infarto, el dolor suele ser prolongado y severo. Por lo general, no se alivia con el descanso y suele ir acompañado por otros síntomas como debilidad, tos, náuseas, vómitos y mareo, entre otros. Al leer lo anterior, puede parecer sencillo pensar que estos síntomas puedan confundirse con los del ataque de pánico. Sin embargo, existen diferencias importantes como, por ejemplo, que en los ataques de pánico el dolor no suele ser tan severo, ni de larga duración (suele presentarse como punzadas repetidas). No obstante, ante la duda y especialmente las primeras veces, es recomendable que un médico descarte la presencia de anomalías cardíacas.

¿Puedo tener un derrame cerebral?
No. La ansiedad es una respuesta normal del organismo que no es peligrosa por sí misma. Un derrame cerebral se produce al romperse una arteria del cerebro por diversas causas, pero entre ellas, no se encuentra la ansiedad (ni esta aumenta el riesgo de padecerlo). Este tipo de accidentes cerebro-vasculares están muy relacionados con otros factores como el sobrepeso, el consumo de tabaco o la hipertensión arterial.

¿Puedo perder el control o volverme loco?
No. Los ataques de pánico pueden, en ocasiones, producir síntomas de  despersonalización (sensación de extrañeza ante uno mismo o la realidad), lo que puede resultar muy desagradable. Sin embargo, el miedo a perder el control a partir de esta experiencia carece de fundamento. La “locura” o trastornos psicóticos (como se les denomina actualmente) son un grupo de trastornos con tasas de heredabilidad de hasta el 50% en algunos casos. Además, incluso si al revisar tu árbol genealógico descubres que algún familiar padece o ha padecido este tipo de trastornos, averigua qué diagnóstico tuvo, pues no todos presentan la misma gravedad en sus síntomas. Es importante que sepas que no se ha encontrado ninguna relación entre padecer un ataque de pánico y sufrir un brote psicótico.

Y si lo que me sucede es un ataque de pánico, ¿puedo tratarlo?
Sí, siguiendo un tratamiento psicológico especializado, siempre bajo la supervisión de un profesional. Este tratamiento podrá incluir técnicas de relajación, de manejo de los pensamientos que disparan el pánico, técnicas de exposición, etc. En definitiva, si crees que puedes estar padeciendo los síntomas de un ataque de pánico, no dudes en buscar ayuda. En el equipo del CPA contamos con profesionales que podrán hacerlo si así lo decides.  


Noelia Martínez Sánchez - Terapeuta del CPA

Bibliografía

Moreno, P., y Martín, J. C. (2004). Dominar las crisis de ansiedad: Una guía para pacientes. Bilbao, España: Desclée de Brower.


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