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lunes, 18 de noviembre de 2019

¿Qué puedo hacer para que mi discurso sea más persuasivo?



      Actualmente vivimos en la sociedad de la información, de la influencia, de la aparición de nuevos partidos políticos y de las redes sociales. Cada día estamos expuestos a multitud de información que puede producir cambios sobre nuestras maneras de pensar, sentir y actuar. Al mismo tiempo, en muchos ámbitos de nuestra vida (como en el académico o laboral) tenemos que persuadir a otras personas. Pero, ¿cómo logran persuadirnos los medios y qué podemos hacer nosotros para lograr persuadir a los demás? 

      La persuasión es el ejercicio de transmitir un mensaje con el objetivo de cambiar la actitud de otra persona, el receptor, hacia algo. El modelo que más evidencia empírica acumula es el modelo de probabilidad de elaboración (ELM), que vamos a exponer brevemente aquí, y que puede ayudarte para que tu próximo discurso sea más convincente.

¿Cómo parecer más influyente?

1.  Transmite credibilidad: utiliza todo aquello que te haga ser percibido como experto o competente en el tema (p. ej., muestra tu titulación, apóyate en fuentes creíbles, utiliza lenguaje técnico); aquello que te haga parecer fiable o generar confianza (p. ej., hablar de tus vivencias y vida privada); e incluso muestra imparcialidad sobre esa propuesta (p. ej., argumenta en contra de tus intereses).


2.    Muestra atractivo personal y social: convencerás en mayor grado si le resultas familiar a la audiencia (p. ej., que te hayan visto con anterioridad); si eres valorado (o al menos, conocido) socialmente; si te asemejas a tus oyentes (p. ej., haz referencia a que pertenecéis a un mismo grupo social, como estudiantes universitarios o ser madrileños); si resultas físicamente atractivo para la audiencia (p. ej., adapta tu vestuario a ésta) y si la elogias.


Fotografía de Vgstockstudio con licencia Creative Commons.

¿Qué es mejor utilizar un mensaje emocional o racional?

1.     Mensaje emocional o racional: no elijas entre uno u otro, la mezcla de mensajes apoyados en datos o evidencias; junto a mensajes emocionales, cuya información crea estados de ánimo, suelen ser más persuasivos (p. ej., haz reflexionar sobre algún dato verídico, pero acompáñalo de música o elementos visuales llamativos). Además, de forma específica, la emoción de alegría influye en en el cambio de actitudes.

2.  Apelar al miedo: inducir miedo puede ser persuasivo si tu mensaje convence de que las consecuencias son muy probables y muy indeseables, pero es importante ofrecer posteriormente una solución a esas consecuencias (p. ej., el discurso de Trump se basa en que los extranjeros son el problema del país y de los americanos, y para solucionarlo tienen que votarle). Una variante de esto es manejar la idea de la propia muerte (p. ej., “su tiempo es limitado, así que no lo desperdicien viviendo la vida de otro”; “la muerte es el destino que compartimos todos”). Utilizar este recurso es muy eficaz en el caso de que tu discurso tenga argumentos fuertes.

¿Cómo organizar el discurso y el contenido para que mi mensaje sea más persuasivo?

    Cuando tu audiencia está interesada y motivada en escuchar tu discurso (p. ej., estás ante un grupo de profesionales que pagan por escuchar tu ponencia), para que tu mensaje sea más persuasivo debes tener en cuenta estas características:

      1.   Céntrate más en la calidad de los argumentos que en la cantidad de éstos. Se consideran                      argumentos de calidad aquellos en los que:
a.      Plantees consecuencias deseables para el oyente siempre que siga las recomendaciones planteadas (p. ej., “si reciclas, ahorras dinero”).
b.     Incluyas explicaciones causales (p. ej., utilizar “porque” o “en consecuencia”).
c.      Sean novedosos (p. ej., “las mujeres también ejercen conductas machistas”

                    2.   Haz que el tema sea relevante para la audiencia (p. ej., “todos somos responsables de tener                   un planeta contaminado”).
     
      3.   Utiliza un enfoque con mensajes enmarcados en negativo (“lo que se puede perder si no                    se sigue la propuesta”) (p. ej., “si no votas a este partido, el fascismo gobernará”).        

            4.   Utiliza preguntas retóricas (p. ej., “¿quieres ser feliz?”).

                    5.   El mensaje es más persuasivo si presentas argumentos a favor, argumentos en contra de                    la propuesta y, además, eres capaz de refutar convincentemente estos últimos aspectos                        menos positivos.

                  6.   La información más relevante debes situarla al inicio del discurso.

                     7.   Utiliza conclusiones implícitas al terminar (p. ej., “yo sé qué planeta quiero, ¿y tú?”). 

            Por el contrario, cuando te enfrentas a una audiencia que no está muy interesada o motivada en escucharte (p. ej., un grupo de alumnos a las 9 de la mañana que deben acudir a tu charla de forma obligatoria) tus mensajes también pueden ser persuasivos de esta manera:

   1.      Muestra gran cantidad de argumentos (no importa tanto la calidad de éstos).

   2.      Utiliza un enfoque de mensajes enmarcados en positivo (“lo que puedes ganar si sigues          la   propuesta) (p.ej., “si votas a Trump conseguirás trabajo”).

   3.      Pon la información más relevante al final del discurso.

   4.      Utiliza conclusiones explícitas (p.ej., “por todo esto, hay que reciclar”).

Elisa Seco – Terapeuta del CPA

Bibliografía
Blanco, A., Horcajo, J., y Sánchez, F. (2017). Cognición Social. Madrid: Editorial Pearson. 

    

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