Desde
que nacemos, todas las personas vivimos en un mundo de continuas interacciones para
las que desarrollamos ciertas habilidades. Sin embargo, hay personas que
presentan dificultades al mantener estas relaciones interpersonales de manera
adecuada. ¿Alguna vez has decidido no dar tu opinión por miedo al qué dirán?, ¿Has
accedido a un plan que no te apetecía por miedo a que se pudiesen enfadar
contigo?, ¿Has aceptado más y más trabajo del que quizás te correspondía? ¿Has
dicho estar dispuesto a todo y para todos? Si tu respuesta a alguna de estas
preguntas es SÍ, quizás te interese
conocer de qué trata el comportamiento
asertivo.
Según
Ortega y Ramírez (2006) la persona que adopta un comportamiento asertivo es capaz de comunicar y defender sus
propios derechos, opiniones y preferencias libremente, sin agredir ni ser
agredido, lo que la lleva a sentir mayor satisfacción consigo misma y con los
demás. Asimismo, tiene clara la idea de que “todas las personas tienen derecho
a intentar conseguir lo que consideren mejor” (Caballo, 1995; citado en Ortega
y Ramírez, 2006, p. 129 ).
Y
si no me comunico de manera asertiva, ¿cómo puedo definir mi comportamiento? La
conducta asertiva se encuentra situada en el centro de un continuo, en el que
en un extremo encontraríamos el comportamiento pasivo o inhibido, y en el otro
extremo el comportamiento agresivo. La persona inhibida se rige por la idea de
que los derechos y opiniones de los demás son más importantes que los propios,
mientras que la persona agresiva impone sus propios derechos y opiniones a los
del otro. Si quieres saber más, puedes consultar el siguiente enlace perteneciente
a este mismo blog: http://psicologia-cpa.blogspot.com/2015/11/es-que-soy-demasiado-asertivo.html#more
Con
todo lo anterior, ya podemos imaginar que a través del respeto hacia las
opiniones de los demás (sin dejar de lado el respeto por las de uno mismo) la adopción
de una actitud asertiva facilitará la comunicación. La siguiente pregunta que
podemos plantearnos es clara, ¿cómo adoptar este comportamiento asertivo? Olga
Castanyer (1996) propone 5 tipos de respuesta asertiva:
- Asertividad Positiva: A partir de esta conducta asertiva se trata
de expresar de manera adecuada algo positivo de otra persona. Además, la
práctica de este tipo de respuesta nos permite tomar consciencia de lo fácil
que olvidamos decir frases tan necesarias como “qué bien te sienta esa camisa”
o “me ha gustado mucho lo que me has dicho”.
- Respuesta Asertiva Elemental: Consiste en expresar de una manera
clara y sencilla los intereses y derechos propios. Es conveniente utilizar este
tipo de respuesta en situaciones como interrupciones o descalificaciones. Es
decir, en aquellos momentos en los que creamos que no se respetan nuestros
derechos. Algunos ejemplos de frases que podrías utilizar en estos casos son: “no
he terminado de hablar y me gustaría hacerlo” o “por favor, no insistas, te he
dicho que no puedo”. En cualquier caso, es necesario utilizar un tono de voz
firme y claro, pero nunca caer en el ataque o la ofensa.
- Respuesta Asertiva con Conocimiento (o Asertividad
Empática): Esta respuesta consiste en transmitir, en
primer lugar, el reconocimiento de la otra persona y, a continuación, hablar de
nuestros propios intereses. El esquema que se podría seguir sería el siguiente:
“Entiendo que tú hagas…, y tienes derecho a ello, pero….”.
- Asertividad Subjetiva: Esta respuesta puede resultar de gran utilidad
en aquellas situaciones en las que sabemos que la otra persona no ha querido
agredirnos de manera consciente para expresar cómo nos ha podido afectar su
comportamiento, sin culpabilizarle. El esquema de este tipo de respuesta podría
ser el siguiente: “cuando tú haces…”, “entonces yo me siento…”, “por eso me
comporto...”, “preferiría…”.
- Respuesta Asertiva frente a la Sumisión o la
Agresividad: Esta respuesta consiste en
mostrarle a la otra persona cómo se está comportando y cuál podría ser una
alternativa de conducta asertiva. Resulta especialmente útil ante ataques
agresivos, así como para aclarar dudas ante respuesta no asertivas. Algunos
ejemplos serían: “veo que estás enfadada y no me estás escuchando, ¿por qué no
paras un momento y escuchas lo que quiero decirte?” o “como no me has
respondido me siento un poco confundida, ¿podrías aclararme lo que me quieres
decir?”.
A
pesar de lo anterior, no existe un estilo de conducta “ideal”, y no en todas
las situaciones es posible o nos interesa ser asertivo. Ser asertivo es una
opción. Tal y como apuntan Ortega y Ramírez (2006), en ocasiones nos puede
resultar más útil ceder ante los demás, por ejemplo, cuando el motivo de
interacción es tan irrelevante para nosotros que no merece ni nuestro tiempo. En
otras circunstancias, por ejemplo, de urgencia o peligro, puede llegar a ser
más adaptativo adoptar una actitud agresiva y dar órdenes sin más
explicaciones, y no pasa nada. Lo importante es que nosotros seamos capaces de DECIDIR
libremente cómo actuar.
Noelia Martínez (Terapeuta del CPA)
Referencias:
- Caballo, V. (1995). Manual
de técnicas de terapia y modificación de conducta. Madrid, España: Siglo
XXI Editores.
- Mayer-Spiess, O. C. (1996). La asertividad: expresión de una sana autoestima. Bilbao, España: Desclée de Brouwer.
- Ortega, H. R., & Ramírez, M. I. P. (2006). Programa para el control del estrés. Madrid, España: Pirámide.
Las Dificultades del Aprendizaje (DA) hace referencia a un grupo bastante heterogéneo de trastornos que afectan al aprendizaje, y se manifiestan por dificultades importantes a la hora de hablar, leer, razonar, escribir, o comprender las matemáticas y aritmética.
ResponderEliminarPara este grupo ofrecemos sesiones especificas desde nuestro centro de psicología.
Que maravilla de post, muy bueno.
ResponderEliminarMe gusta toda el área de la psicología pero la que más, la Psicoterapia Holística. Porque tiene en cuenta los diferentes planos o aspectos del ser humano, utilizando información y actuando sobre el cuerpo físico, su energía,