Fuente: sor |
Alrededor de esa pregunta trabaja Michael Shermer, director y fundador de la revista Skeptic, columnista mensual para la revista Scientific American, profesor adjunto en la Universidad Claremont Graduate y la de Chapman (EE UU), y productor y copresentador de la serie Explorando lo desconocido del canal Fox Family. Shermer trata de aclarar por qué la gente confía en la pseudociencia.
¿Por qué las respuestas de la pseudociencia suelen ser más populares que la propia explicación científica?
La
pseudociencia es, a menudo –pero no siempre– más popular porque ofrece
respuestas rápidas y fáciles, además de que generalmente confirma la
creencia de que hay fuerzas misteriosas que los científicos no pueden
explicar. Suponen un estímulo para la imaginación de las personas. Por
el contrario, la ciencia es un trabajo duro que requiere pensar, un
ejercicio que a la mayoría de la gente no le gusta hacer.
Un
físico que estudia la materia del universo, o un biólogo que se dedica a
la teoría de la evolución, pueden a la vez tener fe en un Dios creador.
La fe no es incompatible con la profesión científica, aunque, sin duda,
presente inconsistencias intelectuales. ¿Cómo lo explica?
Esto
sucede debido a lo que yo llamo lógica de compartimentos estancos, como
cuento en un artículo que publico en la próxima edición de la revista Scientific American
titulado "Logic Tight Compartments”. Nuestra lógica de compartimentos
estancos está influenciada por nuestras emociones morales que nos llevan
a distorsionar los datos y las pruebas a través de un proceso llamado
razonamiento motivado.
¿En qué consiste esta teoría?
Por ejemplo, el módulo que contiene nuestras
preferencias religiosas motiva a los creyentes a buscar y encontrar
hechos que apoyen el modelo bíblico sobre una Tierra joven en la cual
debe negarse la abrumadora evidencia de la existencia de una Tierra
antigua. El que contiene nuestras
predilecciones políticas, si es de inclinación conservadora, motiva a
los procapitalistas a creer que cualquier intento de limitar la
contaminación industrial por la amenaza del calentamiento global es un
engaño liberal.
A partir de su experiencia en el campo de los fenómenos
paranormales, ¿cuáles son los mitos más comunes y más arraigados en las
creencias populares?
Los más populares en la actualidad
son los OVNIs (por ejemplo, el mito de que hubo alienígenas que
aterrizaron en Roswell, Nuevo México), las teorías de la conspiración
(como que el 11 de septiembre fue un trabajo interno de la
administración Bush), y Dios y la religión, un mito que no es probable
que desaparezca a corto plazo.
¿Cuáles cree que son las más dañinas?
Cuando
algunas personas han defendido que las vacunas causan enfermedades como
el autismo, que es falso, ha llevado a la gente a dejar de vacunar a
sus hijos hasta el punto de que la inmunidad de grupo en las comunidades
pequeñas se está desmoronando y ha habido un resurgimiento de
enfermedades transmisibles. Esto es muy peligroso para las sociedades.
A lo largo de la historia, ¿cuáles son para usted los mitos pseudocientíficos más importantes negados por la ciencia?
En
general, la ciencia ha demostrado de manera concluyente que no hay nada
que sea paranormal o sobrenatural. Solo existe lo normal, lo natural y
los misterios que aún tenemos que explicar a través de la ciencia. Esto
incluye a Dios.
Usted se denomina como ‘escéptico’. ¿Todo
lo que existe tiene una explicación lógica y se puede exponer a través
de un método científico?
Sí, como ya he dicho, no hay
nada paranormal o sobrenatural. La ciencia solo se ocupa de las
explicaciones de los fenómenos naturales. Que no pueda explicar algo en
la actualidad de forma científica no implica que tenga detrás fuerzas
sobrenaturales. Solo significa que la ciencia no puede explicar todo en
este momento, pero a la larga lo hará.
Si ‘x’ es un misterio y la
ciencia no tiene una explicación para ‘x’, algunos tratan de explicarlo a
través de una fuerza sobrenatural o agente. Error, no es suficiente.
Todavía falta buscar una explicación natural, que es lo que hace la
ciencia.
Fuente: SINC
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