¿Qué es el estrés?
Según José Antonio Carrobles, catedrático de psicología de la
Universidad Autónoma de Madrid, el estrés es un estado de sobre-activación
sostenido experimentado por una persona ante distintas situaciones consideradas
como excesivas y que ocurren bajo condiciones de escasos recursos de control y
de apoyo social por parte del sujeto.
Las situaciones de pérdida producen con más frecuencia problemas
depresivos, las situaciones de peligro o amenaza producen comúnmente problemas
de ansiedad mientras que los estímulos que habitualmente producen estrés son
más amplios y abarcan tanto situaciones positivas como situaciones negativas; desde
la sobrecarga de trabajo a los preparativos para un viaje de placer.
Si las demandas que plantea el entorno superan las
capacidades del individuo nos encontramos ante una situación de riesgo. Ante una
situación o experiencia de estrés, la persona, que cuenta con ciertas
habilidades de afrontamiento, hace una evaluación
tanto de la situación como de sus capacidades de afrontamiento.
Si esta experiencia se valora de forma desproporcionada y si las capacidades propias se valoran como insuficientes para afrontar la situación (justificada o injustificadamente), se produce una reacción de estrés que, de ser continuada y de no ser compensada con apoyo social o con ayuda paliativas, acaba generando un trastorno de estrés.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
La activación puede ser orgánica, fisiológica y/o
psicológica. Esto quiere decir que el estrés se puede manifestar de varias
formas: A través de pensamientos catastrofistas a cerca de la incapacidad para
hacer frente a la situación estresante. A través de la activación de nuestro
sistema nervioso simpático que implica aceleración de la tasa cardiaca, presión
sanguínea y aceleración de la respiración y por medio de nuestro sistema nervioso
somático que provoca en consecuencia tensión muscular.
Además, ante situaciones estresantes también responden el sistema neuro-endocrino pudiendo aparecer problemas digestivos o úlceras y el sistema neuro-inmunológico debilitándose nuestras defensas.
Además, ante situaciones estresantes también responden el sistema neuro-endocrino pudiendo aparecer problemas digestivos o úlceras y el sistema neuro-inmunológico debilitándose nuestras defensas.
¿Cómo hacerle frente al estrés?
Una vez que el estrés se ha
generado, podemos hacerle frente mediante ayudas paliativas como pueden ser las
técnicas de relajación o respiración y a través del ejercicio físico. A su vez,
existen elementos atenuantes como el apoyo social.
Sin embargo, para prevenir nuestra respuesta de estrés en el día a día resulta de gran utilidad el aprender a gestionar nuestro tiempo mediante el uso de agendas, saber decir no a actividades que no deseamos realizar, ser capaces de delegar responsabilidades en otros y de pedir ayuda.
Por último, también podemos entrenarnos en la búsqueda de diferentes alternativas y soluciones ante los problemas encontrados. Si nuestras estrategias para afrontar el estrés no son suficientes o no nos están funcionando, siempre podemos acudir a terapia psicológica para aprender a afrontarlo.
Sin embargo, para prevenir nuestra respuesta de estrés en el día a día resulta de gran utilidad el aprender a gestionar nuestro tiempo mediante el uso de agendas, saber decir no a actividades que no deseamos realizar, ser capaces de delegar responsabilidades en otros y de pedir ayuda.
Por último, también podemos entrenarnos en la búsqueda de diferentes alternativas y soluciones ante los problemas encontrados. Si nuestras estrategias para afrontar el estrés no son suficientes o no nos están funcionando, siempre podemos acudir a terapia psicológica para aprender a afrontarlo.
Bibliografía recomendada:
Qué interesante!!
ResponderEliminarque padre esta el blog!
ResponderEliminarInformación muy útil
ResponderEliminarNos alegramos de que os guste. Todas las sugerencias serán bien recibidas. Gracias!
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