Fuente: leonbidon |
La mayoría de nosotros hemos
sido testigos de personas que hacen cosas embarazosas cuando están
ebrias, pero, ¿qué es exactamente lo que pasa en nuestro cerebro?. Según
adelanta The Science Daily en su versión online del 2 de septiembre de 2011, un estudio llevado a cabo por Bruce Bartholow y su equipo, de la Universidad de Missouri, ha encontrado que el alcohol adormece la "señal" del cerebro que hace que las personas se preocupen por estar cometiendo un error.
Cuando la gente comete errores, la parte del cerebro
responsable de controlar la conducta, envía una señal de alarma a otras
partes del cerebro que indica que algo ha salido mal. Ésta no es la
primera investigación que ha encontrado que el alcohol reduce esta señal
de alarma pero, a diferencia de otras, especifica que no reduce la conciencia de los errores, sino la preocupación por cometerlos.
En estudio se midió la actividad cerebral de 67
participantes (entre 21 y 35 años), mientras completaban una tarea
diseñada para provocar algunos errores. Alrededor de un tercio de los
participantes consumieron alcohol, mientras que los demás no tomaron
nada o consumieron una bebida placebo. Además de la actividad cerebral,
se midieron los cambios en el estado de ánimo, la precisión en la tarea y
su percepción de la precisión que habían tenido.
Los resultados mostraron que la señal de
alarma del cerebro, en respuesta a los errores, fue mucho menos intensa
en los participantes que habían consumido alcohol, y la respuesta fue
mayor para los del grupo placebo. Sin embargo, los del grupo de alcohol
no fueron menos conscientes que los demás de que habían cometido
errores. Aunque los participantes tienen que tratar de ser lo más
rápidos en la tarea, es habitual que las personas respondan más
lentamente cuando se dan cuenta de que han cometido un error. Esta
reacción se dio en el grupo placebo, pero no en el grupo que había
consumido alcohol, es decir, no fueron más despacio para ser más
cuidadosos en la tarea.
También se encontró que el tamaño de la señal de
alarma se asoció con el estado de ánimo de los participantes en el
momento de la prueba, y que los que habían bebido dijeron sentirse menos
negativos, después de beber.
Según señala Bruce Bartholow a la revista que se hace
eco de la noticia, estos hallazgos son un paso para la comprensión de
cómo el alcohol afecta al cerebro y a las equivocaciones sociales que a
veces cometen los borrachos.
Este estudio, titulado, "Alcohol Effects on
Performance Monitoring and Adjustment: Affect Modulation and Impairment
of Evaluative Cognitive Control", se publicará en la revista Journal of Abnormal Psychology.
Alejandra Mohamed (Terapeuta del CPA)
Fuente: Infocop
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