- ¿Es mejor acompañar al niño en su propia cama hasta que se duerma o
dejarle que vaya a la nuestra?
Es mejor acompañarle en su propia cama hasta que se duerma ya que así
conseguimos que el menor se relaje en su cuarto, que es donde el resto de días
va a dormir, y si le sacamos de su habituación es posible que el niño piense
que su cuarto no es seguro o puede ser
que termine teniendo miedo a su cuarto.
Por ello, es importante que el niño tras la pesadilla vuelva a dormir
en su cuarto, esto es muy similar a cuando te dicen que si te caes de una
bicicleta lo primero que debes hacer es volverte a montar en ella, para no
cogerle más miedo, pues igual ocurre en el caso de habitación.
-¿Cómo podemos ayudarle a que poco a poco vaya superándolo? ¿Qué
juegos o actividades se pueden realizar con el niño para perder el temor a la
oscuridad, los fantasmas, a que alguien extraño entre en casa por la noche…?
Depende del miedo podremos realizar unas u otras actividades. Lo más
importante y que ya he señalado anteriormente es que nos mostremos tranquilos y
que hablemos con él en una actitud comprensiva. Nunca debemos reírnos de sus
miedos, aunque tampoco debemos darles especial importancia, debemos escucharle
y comprenderle. Si partimos de esa base, que es sumamente importante, ya
tendremos mucho conseguido.
Si el miedo es a la oscuridad, es importante que el niño poco a poco
se vaya exponiendo a la misma, ya que al hacerlo descubrirá que ésta no es tan
negativa, ni peligrosa cómo él pensaba. Por ejemplo, podemos hacer que encienda
él la luz de los distintos cuartos de la casa, podemos jugar a esconder
juguetes en la habitación con la luz apagada, a hacer animales en la pared con
una linterna, es decir, cualquier juego que se nos ocurra y que se pueda llevar
a cabo en la oscuridad le ayudará a ver la falta de luz como algo norma o
incluso divertido, y sobretodo, no amenazante. Además, es muy importante que
seamos conscientes de que para el niño la oscuridad es algo muy temido y que
hacer estas actividades a él le supone mucho esfuerzo por ello debemos premiar su
valentía y decirle que estamos muy orgullosos de él.
Si el miedo es a los fantasmas podemos por ejemplo contarle cuentos
donde los fantasmas sean personajes buenos que nos ayudan, disfrazarnos de
fantasmas o disfrazarle a él de fantasma (si quiere), inventarnos un juego muy
divertido que se llame “la diversión fantasma” donde el niño disfrute mucho,
hablar con él sobre los fantasmas, proponerle que se invente un fantasma
divertido, que dibuje uno no amenazante en un papel (un fantasma con cara de
payaso, un fantasma que abraza a un niño).
En el caso de que el niño tenga miedo a que un extraño entre en casa
por la noche lo primero que debemos hacer es mostrarnos tranquilos, hablar con
él porque piensa eso, a lo mejor ha visto en la televisión un programa en la
que unos ladrones entraban a una casa, o a algún amigo le ha ocurrido algo
similar. Si tenemos alguna forma de asegurarle que en nuestra casa no van a
entrar se la podemos decir (por ejemplo tenemos una puerta blindada que es muy
difícil abrir sin llave).
En cuanto al miedo a los monstruos se pueden realizar diversas tareas.
Lo primero, como ya hemos comentado anteriormente, es sumamente importante
tranquilizar al niño dándole seguridad. Por supuesto, no podemos ridiculizar su
miedo o reírnos de él, debemos escuchar atentamente sus temores sin mostrar
excesiva preocupación. Tras esto, podemos demostrar al niño que no hay
monstruos donde él pensaba que estaban (por ejemplo debajo de la cama, etc.),
también podemos hablar con él y explicarle que los monstruos solo existen en su
imaginación, e invitarle a hablar de su miedo (ya que al verbalizarlo es
posible que sus temores disminuyan), también podemos hacer dibujos en donde
aparezcan cosas reales y cosas imaginarías.
En muchas ocasiones, como el monstruo se ha creado en la imaginación del
niño podemos recurrir a ésta para superarlos, por ello podemos regalarle un
muñeco protector o crear una caja de monstruos en los que podremos meter a los
seres fantásticos por la noche para que dejen de molestar al niño, dejando la
caja de los monstruos alejados de su cama, asegurándole que así no lo
molestarán más porque están lejos.
-¿Cómo debemos actuar si el pequeño pone un montón de excusas para no
irse a dormir?
En muchos hogares, la hora de irse a dormir se convierte en una
situación problemática. Son frecuentes las excusas por parte de los niños para
evitar acostarse a la hora preestablecida, las regañinas y las discusiones.
Algunos consejos que podemos seguir para conseguir nuestros objetivos es decir,
para conseguir que nuestro hijo se acueste a su hora, que se vayan a la cama de
una forma rápida y sin discusiones,etc. son los siguientes:
● Establecer una rutina y respetarla (por
ejemplo, le transmitimos a nuestros hijos que a las 21:00 hay que ponerse el
pijama, lavarse los dientes, desearnos las buenas noches e irse a dormir, y es
muy importante que la llevemos a cabo, aunque al principio nos pueda resultar
complicado cumplirla es importante hacerlo y también puede ser eficaz que el
niño conozca este horario y que lo cumpla).
● Es conveniente evitar las actividades que
conlleven una alta activación física o mental (como correr por la casa o juegos
en los que se tengan que mover mucho), ya que tras la realización de este tipo
de actividades a los niños es como si “se les cargaran las pilas” de nuevo, y
será mas complicado lograr que se vayan a la cama. por lo tanto, son
recomendables aquellas actividades que ayuden a su relajación o a que se
tranquilicen.
● Normalmente a muchos niños les gusta que
sus padres les cuenten cuentos, podemos decirles que únicamente si consiguen
realizar toda la rutina que ocurre antes de ir a dormir se lo contaremos. Podemos calcular cuanto
tiempo suele tardar en cepillarse los dientes, ponerse el pijama, etc. y darle
ese tiempo para que realice todas las actividades así evitamos que el menor se
entretenga con otras tareas. Al hacer esto estamos ayudando a que el menor
tenga una mayor autonomía, realice solo las actividades de antes de irse a
dormir y seguramente sin tanta batalla y tras eso realizaremos una actividad
relajada que le ayudará a conciliar mejor el sueño. Es importante que la
duración del cuento esté relativamente pautada ya que sino nos podemos
encontrar con que el niño conozca los cuentos largos y siempre prefiera esos
para demorar el inicio de la hora de irse a dormir.
● Es tremendamente importante que nos
mantengamos firmes y constantes a la hora de llevar los cambios que se
necesiten. Los niños seguramente intenten mantenerse en su posición, ya que
para muchos el mantenerse despierto ofrece mas opciones que irse a dormir (ver
la televisión, jugar, recibir atención por parte de sus papás, etc.), pero la
realidad es que no es conveniente negociar con ellos en lo que se refiere a la
hora de irse a dormir, ya que el sueño es absolutamente necesario para todos
los miembros de la familia. Por eso, si hemos llegado a una determinación sobre
la hora en que hay que acostarse y en la manera en la que hay que hacerlo,
debemos ser firmes y constantes y transmitírselo a nuestros hijos de una forma
tranquila y segura.
● Otra opción es utilizar un contrato en el que el niño tendrá
algún pequeño premio por dormir en su
habitación y por haberse ido a la cama de una forma adecuada (es decir sin
demorar el tiempo en el que se va a dormir) se marcarán los días en los que ha tenido éxito,
acordando previamente el premio a final de mes, si se comienza con refuerzos
continuos pasar poco a poco a refuerzos intermitentes, es decir, podemos
prolongar el tiempo en el que obtendrá el refuerzo y en lugar de conseguirlo
tras un mes conseguirlo tras dos meses.
● También podemos hacer más atractiva la
hora de irse a dormir para nuestro hijo si modificamos algunos aspectos
ambientales de su habitación. Por ejemplo, podemos ponerles una colcha que a
ellos les resulte bonita, o sus muñecos preferidos cerca de él para que le
transmitan seguridad.
● Por ultimo es imprescindible que nosotros
como padres, premiemos cuando nuestros hijos
han hecho las cosas adecuadamente, transmitiéndoles continuamente lo
bien que lo están haciendo y lo contentos y orgullosos que estamos de ellos,
podemos decírselo a la abuela para que ella también le felicite, etc.
Autoras: Marina Brunete, Alejandra Mohamed (Terapeutas del CPA) y Yolanda Bezares
No hay comentarios:
Publicar un comentario