Uno de los mitos más extendidos sobre el amor y las
relaciones es la idea de que si nuestra
pareja realmente nos quiere, no nos harán falta palabras para comunicarle
nuestras necesidades y deseos. Así, se le atribuye a la otra persona el
poder de leer nuestra mente e interpretar nuestros más profundos anhelos solo
con una mirada o un gesto.
Esta idea no solo presiona a la persona a cumplir unas
expectativas irreales y que nunca va a ser capaz de alcanzar (porque ninguno de
nosotros posee el poder de la telepatía) sino que puede llevar a la pareja a
una conclusión derivada directamente de esta idea: “Entonces, si no sabe lo que
quiero y tengo que pedírselo es que no me quiere de verdad”.
Imagen: Luis Sarabia,
con licencia Creative Commons.
Un ejemplo de la difusión de estas ideas lo constituye el
siguiente texto, atribuido a Frida Kahlo. Por motivos de extensión se incluye
únicamente un fragmento del mismo, aunque al lector interesado le bastará con
una breve búsqueda en internet para encontrarlo completo.
“No te voy a pedir que
me des un beso (…) Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito,
o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario (…) Tampoco te voy a
pedir que me escuches cuando tengo mil historias que contarte. No te voy a
pedir que hagas nada, ni siquiera que te quedes a mi lado para siempre. Porque
si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero”.
La (muy peligrosa) conclusión del texto es que si te ves obligado a pedirle algo a tu
pareja, lo que haga no va a tener el mismo valor que si fuera un gesto
espontáneo. Sin embargo, esta idea que muchos comparten con respecto a la
relación de pareja, no se utiliza en otros ámbitos de nuestra vida. Nadie
espera que el dependiente de una tienda sepa lo que nos gusta o qué tipo de
prenda necesitamos. Y, efectivamente, cuando pedimos lo que queremos y nos lo
proporcionan a nadie se le ocurriría decir que un vestido ya no es tan bonito
por haber tenido que pedirlo. En estos ámbitos asumimos que nosotros mismos somos los que mejor
conocemos nuestros gustos, necesidades y deseos y que nadie debe tomar esas
decisiones por nosotros. ¿Por qué no entendemos de la misma forma las
relaciones de pareja?
Una comunicación efectiva siempre se ha considerado como uno
de los pilares fundamentales para el éxito de una relación de pareja. Sin
embargo, este tipo de mitos ponen
barreras a esa comunicación y, paradójicamente, dificultan el ajuste entre
los miembros de la pareja, ya que al desconocer las necesidades del otro y sus
deseos, se ven incapaces de darle a la otra persona lo que quiere. Por ello, decidirte
a comunicar lo que quieres a tu pareja es el primer paso para superar las
barreras que os separan.
El siguiente paso consiste en ser capaz de definir
correctamente el mensaje que quieres transmitir. Una de las claves para
construir mensajes entendibles es utilizar
un vocabulario específico y definido (Costa y Serrat, 2010). Un lenguaje inespecífico se presta a
que la persona que recibe el mensaje lo interprete de varias formas diferentes y
que, por lo tanto, nuestro intento comunicativo no tenga éxito. Cuando la
comunicación en una pareja se basa en interpretaciones, esto acaba derivando en
un alejamiento mutuo, debido a los sucesivos intentos de comunicación que
siempre terminan en una malinterpretación del mensaje.
Por ello, para prevenir malentendidos, nuestros esfuerzos
deben dirigirse a construir un mensaje que sea específico y entendible para
nuestra pareja, para lo que debe cumplir los siguientes requisitos (Costa y
Serrat, 2010):
- Estar basado en descripciones observables y cuantificables. Esto facilitará que cada miembro de la pareja sepa qué ocurre y qué es lo que le están pidiendo que haga. Es más probable que nuestra pareja nos entienda si le decimos “me gustaría que me dieras un beso al llegar a casa”, que si le decimos “me gustaría que fueras más cariñoso conmigo”.
- Ser congruente, conveniente y oportuno para la situación en la que se produce. Por ejemplo, pedir una expresión de afecto a nuestra pareja en medio de una fuerte discusión será poco conveniente para conseguir lo que queremos.
- Estar expresado en términos positivos. Explicitando lo que queremos que haga y no lo que queremos que deje de hacer. Por ejemplo, será más efectivo decir “cuéntame qué tal te ha ido el día” que “no estés tan callado”, ya que no centra la atención en una conducta negativa del otro y le proporciona una manera concreta de cumplir lo que se le pide.
- Estar basado tanto en la comunicación verbal como no verbal. Nuestro tono de voz, nuestros gestos y expresiones faciales y corporales deben acompañar al mensaje que intentamos transmitir a nivel verbal. Es más difícil que nuestra pareja responda positivamente ante un mensaje adecuado como “quiero que hagamos más cosas juntos”, si se lo decimos elevando el tono de voz, con tono de reproche y una expresión facial de enfado.
Estos son algunos de los trucos que puedes utilizar para expresar
mejor lo que le quieres decir, pero el principal cambio está en ti mismo. Por
ello, no esperes más a que tu pareja cumpla tus deseos espontáneamente y anímate
a expresárselos y a ver los cambios que esto produce en vuestra relación.
Artículo redactado por
Isabel Jurkowska, terapeuta del CPA.
Referencias:
- Costa, M., y Serrat, C. (2010). Terapia de parejas: un enfoque conductual. Madrid: Alianza Editorial.
Muy buen blog, soy de México y, personalmente me encanta el punto de vista que tienes acerca de esto, sin embargo, creo que lo que Frida Kahlo (a quién acertadamente dices que se le "atribuye" puesto que no hay evidencia fidedigna de ello) quiere decir es algo menos romántico.
ResponderEliminarQuiero explicarme mejor, el texto pide a gritos comprensión analógica, puesto que, debido a los referentes anteriores de su relación con Diego, se puede inferir que hay algún punto en el que él ya había hecho lo descrito, y por alguna razón no lo hace más, y no se trata de "pedir" algo telepáticamente, sino de no hacerlo MÁS; en este punto quiero decir que ella tal vez intentó, fallidamente claro, esto tan espectacular que aclaras en tu blog, (cabe aclarar que sucedió hace casi 100 años, y, al menos en México, las cosas no han cambiado mucho y hablar de mejorar la comunicación es como hablar de la 3ra guerra mundial) y no es precisamente de comunicación, sino de DIGNIDAD, habla de una relación rota en la que la comunicación no basta, porque no sólo sus palabras han sido violentadas, sino sus convicciones y su amor propio "no te voy a pedir que me des un beso..." ¿Notas que rota emocionalmente está esta persona? No se trata de
falta de comunicación, sino de falta de amor, porque si tienes que PEDIR amor, es como forzarlo, y creo que de eso es lo que habla más, de esa relación rota que no tiene solución y decide dejar de pedir, dejar de esperar algo que ya no va a suceder. Creo que en este texto, la comunicación ya se ha perdido y ya no cabe a lugar
la maravillosa intervención que sugieres.
Excelente blog, sólo quería que vieras lo que yo entiendo del texto.
¡Saludos!
Excelente tu respuesta. Supiste explicar a la perfección lo que yo también interpreté del texto. ¡Sos una genia! Saludos desde Argentina.
EliminarTotalmente de acuerdo contigo Tañía, se trata de dignidad, el amor no se ruega
ResponderEliminarBuenisima respuesta!
EliminarTania, lo he describes es la realidad de lo que el texto trasmite, al menos tambien para mí.
Eliminarexcelente tu comentario, pienso igual! hay cosas que no hay que pedirlas, porque tiene que ver la demostración de amor y amor que no se demuestra no sirve! además tcreo también que hay cuestiones que son importantes coincidir en una pareja y sino es muy dificil seguir adelante. S por ejemploi una persona siente que si su pareja no la besa constantemente entonces no la quiere, y para la otra eso no es importante...es dificil que pueda existir una buena relación porque esto pasa por las sensaciones y no por lo conceptual. la primer persona por mas que el otro se lo explique mil veces lo va a sentir asi siempre.
ResponderEliminarHola, muchas gracias por este blog. En lo personal creo que he llegado a sentir eso que Frida sentía, como siempre al inicio e todo bonito te miman, te besan, te quieren después nada. En el momento en que eso pasa pues te sientes triste y sola y comienzas a pedirlo, dame un beso, dame una caricia,vamos a cenar, te doy una caricia, te doy un beso, para que lo hagas tú. Te llevo a cenar tu no pagas ...
ResponderEliminarLlega un momento en que te fastidia de estar pidiendo las cosas yo al menos ya me harté de pedirle que me avise cuando llegue a casa, que cumpla con los acuerdos que ponemos ambos como salir sin que interfiera alguien más (el siempre invita a alguien o me cancela por su familia)
Yo ya me harté de pedirle que haga cosas que me hacen feliz y de estar haciendo cosas que lo hacen feliz
Y me identifico con Frida y con su texto por que le he pedido tanto que ya no quiero nada de él
E incluso cuando no espero nada de él de alguna forma logra decepcionarme
Te entiendo, ahora mismo estoy pasando por eso, y es exactamente así, la otra persona como que es indiferente a esas cosas que a ti te gustaría que hiciera o que deje de hacer, y no es cambiar a una persona, pero cuando algo inicia de forma y durante el proceso termina siendo otra es decepcionante.
EliminarExcelente post terapia de pareja Barcelona
ResponderEliminarBuen post, gracias por compartirlo terapia de pareja Barcelona
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